Muchos recordarán la ya mítica serie de Antena 3 “Manos a la obra”, en la que Manolo y Benito se enfrentaban a diversos retos de construcción, terminando todos ellos de forma desastrosa, pero saliendo sus protagonistas airosos y felices, llevándose el dinero de sus ingenuos clientes.
Muchos recordarán la ya mítica serie de Antena 3 “Manos a la obra”, en la que Manolo y Benito se enfrentaban a diversos retos de construcción, terminando todos ellos de forma desastrosa, pero saliendo sus protagonistas airosos y felices, llevándose el dinero de sus ingenuos clientes.
Lamentablemente en el Ayuntamiento de Alcobendas tenemos nuestros Manolo y Benito particulares, más conocidos como Ángel, Concejal de Economía y Hacienda, y Aitor, nuestro alcalde simplón.
Nuestros manitas locales, Ángel y Aitor, no dan una. Acaban de presentar unos presupuestos a los que ellos mismos van a realizar enmiendas, ya que los informes de Secretaría, Intervención y Tesorería tildan de ilegales, y aseguran que ponen en riesgo la estabilidad económica de la ciudad.
La morosidad del Ayuntamiento está en máximos históricos, retrasando el pago a las pequeñas empresas y autónomos que dan servicio a la ciudad, sumándose a la congelación de las ayudas a empresas locales por COVID, que a pesar de ser prometidas a primeros de 2021, seguimos sin saber cómo ni cuándo se podrán si quiera solicitar.
Todo lo arreglan, o tratan de arreglar, al estilo Manolo y Benito, dando una patada hacia el futuro y que se lo coma otro. Sus presupuestos incluyen un endeudamiento de 43 millones €, pero eso no es todo, por segunda vez en este año, obligan a la empresa pública SEROMAL, a pedir un segundo crédito por valor de 1.700.000€ para poder pagar las nóminas de sus trabajadores, por culpa de que el Ayuntamiento NO PAGA. Mejor nos endeudamos y, que cuando vuelva el PP, se coma el marrón y lo arregle.
Los juegos fratricidas de patio de colegio en los que están enfrascados, a los que se suman las publicaciones sobre el entramado de empresas del actual alcalde y, la contratación de estas con administraciones públicas vinculadas a ciudadanos, no ayudan a que el “equipo” de gobierno se ponga manos a la obra, y trabajen para lo que se les paga.
Pero ellos a lo suyo, a lo Manolo y Benito, a salir en fotos y portadas de revistas felices y radiantes, buscando nuevos clientes a los que colarles sus chapuzas, mientras tratan de escapar de las críticas de los previamente engañados, con los bolsillos llenos.