Todo ello quedó patente en el último pleno, cuando el novato alcalde naranjita pretendía votar a favor de una enmienda de la oposición, pero los socialistas que le flanquean le dejaron solo con la mano levantada, obligando a repetir la votación, cambiando así el alcalde su voto a la abstención. Los micrófonos abiertos captaron la conversación, en la que quedó patente que la marioneta naranja es movida por la mano roja.
Y así con todo. Las Entidades de Conservación han visto cómo sus subvenciones para 2021 tienen que volver a empezar a tramitarse, demorándose de nuevo el pago hasta 2022. Las obras de inversión, remodelación de calles, operación asfalto y demás actuaciones prometidas y comprometidas para 2020, tampoco han visto la luz en 2021, y nada nos asegura que comiencen en el 22.
La mano Podemita que mece la cuna de este ayuntamiento tiene otras prioridades, entre las que se encuentra dejar de ser el Ayuntamiento con los impuestos más bajos, eso sí, pudiendo ahora elegir entre pagar más impuestos, más impuestas o más impuestes, para dejar vacíos los bolsillos a todos los vecinos, vecinas y vecines.
Y… ¿A dónde irá todo este dinero? Pues aquí les adelantamos la respuesta: A PAGAR EL CRÉDITO DE 43 MILLONES DE euros que va a pedir este año el Ayuntamiento, según figura en los presupuestos de 2022. Ya dejó la izquierda la ciudad con un agujero de más de 68 millones de euros, que el PP en 12 años consiguió tapar, y ahora en tan solo dos años nos sorprenden con 43 millones de deuda en una sola atacada.
El Ayuntamiento ha vuelto a sus “mejores” días, como cuando con el alcalde socialista Caballero no faltaban actos e inauguraciones, donde las fotos, las croquetas y los vinos corrían a raudales a costa de los vecinos.
Estas son las prioridades de nuestro Ayuntamiento. Menos mal que las elecciones municipales de mayo de 2023 están a la vuelta de la esquina.