El patriotismo real: “Blood, toil, tears and sweat”

No necesito llevar su símbolo como es la bandera ni en el reloj ni en ninguna pegatina. La patria la tengo en el corazón, la pienso en mi mente y la siento en mi alma.

Por eso, ahora que tras casi pasar una pandemia que ha sido horrible, dramática, que ha dejado en las cunetas de la otra vida a miles de españoles y españolas y que nos ha generado esfuerzos enormes, ahora, cuando la luz comienza a vislumbrarse, la irracionalidad humana, la confrontación de ambiciones territoriales, otras “patrias y otras vaderas”, nos han metido en una guerra que de no lograr pararla, tiene tintes de guerra mundial al menos en sus efectos a Europa y a los países que la integran.

Recuerdo esta frase mítica: “Sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor” (blood, toil, tears and sweat). Histórica cita de Winston Churchill en el contexto de la batalla de Francia, ocho meses después de haber comenzado la Segunda Guerra Mundial, cuando las fuerzas aliadas estaban experimentando continuas derrotas frente a la Alemania nazi.

Espero que la lucidez humana brille, que la racionalidad llegue antes de que la guerra de Ucrania desemboque en una conflagración duradera y con más consecuencias negativas en términos de vidas humanas y socio económicas. Espero y deseo que pare la guerra y que lo haga ya por el bien de todos, por el bien de la humanidad, de España y de todos. Porque los “efectos mariposa” de un conflicto bélico que se produce a 3.625,6 kilómetros de Sanse (la distancia hasta Kiev), hacen que un aleteo se convierta en un terremoto y en una crisis de amplia dimensiones.

Sanse es mi “patria chica” y también se verá afectada por este hecho bélico más allá de que nos duelen enormemente los fallecidos y las víctimas de todos los bandos en el terreno de la guerra.

Ahora, ahora más que nunca, hay que ser patriota, hay que ser español (no solo gritarlo en los partidos de fútbol de “La Roja”). Ahora nos toca a los representantes públicos, a los políticos desde el ámbito nacional, regional y local, estar unidos, apiñarnos y adoptar las medidas que una situación límite obliga.

Espero también en Sanse que esa petición sea correspondida por la clase política. De momento la respuesta, como siempre de la población de nuestra ciudad, aportando víveres, materiales necesarios, ropa y elementos para atender a la población ucraniana, ha sido ejemplar, enorme. No me sorprende porque la ciudadanía sansera cumple aquella reflexión del siempre lúcido y patriota, Antonio Machado: “En España lo mejor es el pueblo. Siempre ha sido lo mismo. En los trances duros, los señoritos invocan la patria y la venden; el pueblo no la nombra siquiera, pero la compra con su sangre y la salva.”

Con mi deseo de que la paz llegue ya, que las armas vuelvan a sus arsenales para siempre gradas y los cañones se silencien definitivamente, espero que se llegue a tiempo para que el aserto de Churchill, “Blood, toil, tears and sweat”, no sea necesario sufrirlo. Mientras tanto patriotismo y unidad.