Quién le iba a decir a José Luis Ussía y Cubas, entonces Conde de los Gaitanes, que después de ceder unos terrenos con una extensión que superaba los 40.000 metros cuadrados de superficie, ahora son más de 20.000, y de construir con sus recursos el edificio y una parte del convento, la Congregación de Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús, concesionarias de la cesión, iban a tratar, no ya sólo de demoler el emblemático edificio, sino de especular como lo están haciendo con la venta de estos terrenos.
La polémica no es nueva pues los vecinos de La Moraleja, a través de la entidad de conservación, de particulares y del Ayuntamiento, llevan tiempo pidiendo a las monjas de esta congregación y al Arzobispado que no derrumben uno de los emblemas de la Urbanización. Por lo que se ha ido sabiendo desde que se dio a conocer esta noticia, las Monjas no dan su brazo a torcer y quieren venderlo todo, con edificio y convento incluido. Lo cierto es que esta venta no sería algo nuevo pues en 2004 ya vendieron a Juan Luis Cebrían parte de los terrenos por, según cuentan, una nada desdeñable cifra que rondaba los 5 millones de euros.
Ahora su intención es vender el resto del suelo que les queda de lo que les regaló el Conde de los Gaitantes con toda su buena intención y que tienen una extensión que supera los 20.000 metros cuadrados. Ante las peticiones de los vecinos y demás autoridades, las monjas no dan su brazo a torcer y siguen insistiendo en venderlo todo y tirar los edificios y de esa manera, es la única lectura posible, intentar sacar más dinero.
Por este motivo, el Partido Popular ha cogido el guante del pulso vecinal y llevará al pleno ordinario del mes de abril una modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana para poder instar a la Comunidad de Madrid a que declare el edificio y la parte del convento como patrimonio histórico y conseguir así que la Congregación de Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús no puedan derrumbarlo. El PP necesita dos votos y todo parece indicar que tanto Ciudadanos como Unión Progreso y Democracia apoyarán la propuesta.
Después veremos si las monjas recurren o no el acuerdo, cosa que ya han hecho ante la intención del Ayuntamiento. Las monjas quieren derrumbar el edificio.
El convenio del Arzobispado con esta Congregación para el uso del edificio termina el 31 de julio de 2018 y el objetivo del Ayuntamiento es que este todo solucionado antes de esta fecha.
Además, el PP de Alcobendas ha convocado una recogida de firmas para que los vecinos se manifiesten y se espera una alta participación.