La peor política

"Pero, sorpresa, las sesiones de investidura de Feijóo han proyectado una nítida ecografía del panorama político en España. Las sesiones han sido todo menos una pérdida de tiempo, muy enriquecedoras. Hoy conocemos aún mejor a los diferentes actores.

Para una parte de los españoles, incluso votantes suyos, Feijóo era un político relativamente poco conocido. Quizás solo su impecable trayectoria en Galicia, cuatro mayorías absolutas, era compartida por muchos, pero su reciente llegada a la política nacional y que solo ahora puede intervenir en el Congreso, habían impedido su proyección pública global, y ello había sido aprovechado por Sánchez y sus acólitos para intentar desacreditarlo, como si los gallegos fueran tontos.

Pero las sesiones de investidura, que infructuosamente intentaron boicotear, incluso presionando al Rey, han resultado la gran ocasión para conocer a Feijóo y desbaratar todas las insidias.

Feijóo se ha mostrado como un formidable parlamentario, cualidad que ha sido reconocida incluso por sus más directos adversarios políticos. Feijóo habla sin rodeos, sin adornos que distraigan del mensaje, trata los asuntos que interesan, y utilizando una elegante ironía que le ayuda a resultar muy profundo en sus críticas sin ese tono insultantemente chulesco y matón que usan los que carecen de razones. Además Feijóo fue el único que presentó un programa de gobierno, un futuro de esperanza.

Feijóo ha enfrentado a todos los líderes políticos a sus propias contradicciones, a todos, y el resultado no ha podido ser más eficaz para ayudarnos a constatar lo que cada uno de ellos está dispuesto a hacer por España en un crucial momento.

Feijóo ha puesto un espejo ante todos, y la imagen proyectada es muy elocuente. Sánchez no se ha atrevido a debatir cara a cara y en su lugar ha tirado de un canterano raso, faltón, provocador, chulo, que no citó ni un solo argumento que no fuera un insulto.

Sánchez, que ya perdió en el pasado dos investiduras, ha eludido el debate porque ha querido evitar evidenciar en primera persona el tremendo engaño al que ha sometido a todos sus votantes, y a los que no lo fueron: votos a cambio de amnistía y referéndum en Cataluña. Feijóo acusó a Sánchez por ello, y yo me sumo. Vender la igualdad entre españoles a cambio de votos es corrupción política de la peor calaña. Y hacerlo luego de haber asegurado muchas veces que nunca lo haría, es un tremendo engaño.