Desde que comenzó la invasión en Ucrania he visto dos formas de afrontarla. Aquellos más impulsivos, que buscan soluciones rápidas, sin analizar previamente qué se necesita y cómo se puede llevar a cabo. Y por otro lado, aquellos que antes de actuar piensan, examinan y se coordinan con los profesionales para ofrecer soluciones sostenibles. Nuestro equipo de Gobierno pertenece a esta segunda categoría.
Los políticos debemos ser honestos, no crear falsas expectativas que el día de mañana no se puedan mantener y, por supuesto, que acaben perjudicando a aquellos los miles de personas que han tenido que abandonar sus hogares y confiaron en nosotros.
Ser refugiado significa pedir asilo en un país porque has tenido que abandonar el tuyo para huir de conflictos armados o persecuciones. Y esta condición es independiente del país de origen. Una situación lo suficientemente complicada de asumir como para complicarla más.
Desconocemos cuánto va a durar este conflicto -esperemos que poco-, pero ante la incógnita, la mejor respuesta es caminar juntos -administraciones públicas, ONG´s y aquellas entidades que trabajan en la zona de conflicto-. Solo aprovechando los recursos que tenemos, podemos garantizar a los damnificados la mejor solución a largo plazo. Ellos necesitan respuestas concretas y útiles, no más incertidumbres ni esperas que no llegan a ningún sitio.
La solidaridad es clave en situaciones como la que estamos viviendo, pero debe ser vehiculada a través de los canales oficiales. Las respuestas que nacen de forma individual y desde la impulsividad, pueden alimentar situaciones difíciles e indeseadas.
Desde el Ayuntamiento hemos coordinado iniciativas y nos hemos puesto a disposición de la Comunidad de Madrid para ayudar en todo lo que esté en nuestra mano. Además, no podemos olvidar las experiencia de 35 años en el acogimiento de refugiados, ya que contamos con uno de los 4 CAR en España (dependiendo del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social e Inmigraciones).
Una garantía de nuestra disposición a ayudar y sanar las heridas de este conflicto y cualquiera de la misma naturaleza, injusta e indiscriminada.