No hay día en el que no aparezca una nueva exigencia de pago del chantaje que los independentistas catalanes quieren cobrar por mantener a Sánchez como presidente. Siendo la ley de amnistía el botín más repugnante que han exigido, y que Sánchez se ha prestado a entregar demostrando su indigencia moral, ética y política, no es corta la lista de otras peticiones que deben cumplirse si el gobierno pretende continuar como tal.
“Cuando en el cenit de su ataque de locura soberanista Puigdemont proclamó en Octubre de 2017 la independencia de Cataluña, se produjo inmediatamente un auténtico terremoto en el mundo empresarial catalán.
Las empresas eran muy conscientes de que aquella pretensión de separar a Cataluña de España podría suponer su ruina.
Muchas decidieron entonces trasladar su sede social fuera de Cataluña, en un inequívoco gesto de rechazo a la suicida iniciativa política.
Muchas importantes compañías muy vinculadas a Cataluña e incluso fundadas allá, se dispersaron por la geografía española eligiendo su nueva ubicación en función de las condiciones que entendían podían encontrar en el nuevo emplazamiento.
Alcobendas fue uno de los lugares que muchas empresas catalanas eligieron para su mudanza. Nuestra ciudad se había convertido en un valorado polo de atracción de actividad empresarial y su cotización incluso era destacada fuera de nuestras fronteras.
Recuerdo que entonces algunos comentarios en la prensa catalana acusaron a Alcobendas de tentar a las empresas migrantes con la oferta de las atractivas condiciones que ofrece nuestro municipio. Confieso que aquellos comentarios me hicieron sentirme orgulloso por lo que suponían para nuestra ciudad. Pero no era la atracción de Alcobendas lo que había movido a los empresarios a plantearse nada menos que la deslocalización de su sede. Era la locura independentista la que sacudió a una parte de la sociedad catalana, sembrando de negros presagios su futuro.
Pues bien, ahora los socios soberanistas de Sánchez pretenden nada menos que sancionar a aquellas empresas que en uso de su libertad para tomar las decisiones que más les convenzan, decidieron irse de Cataluña por el riesgo que supone la pretensión independentista.
Las empresas prosperan en sus diferentes sectores por variadas razones. Y una muy importante es saber elegir el entorno más favorable a su proyecto. Y si las condiciones cambian, no dudarán en plantearse el traslado a otro más conveniente. ¡Faltaría más que tuvieran que pedir autorización a los políticos de turno.
En Alcobendas tienen su sede más 16.000 empresas que crean decenas de miles de puestos de trabajo. Alcobendas es por ello la tercera ciudad de España en PIB.
El gobierno local de Alcobendas sabe como cuidar este gran activo. Y va a seguir mejorando día a día este gran Modelo de Ciudad. Se merece todo nuestro apoyo en esa tarea.”