La exposición, que se titula “Mujeres inventoras”, es un reconocimiento a pioneras enfrentadas a un doble reto. Por un lado, el de adentrarse en los límites del conocimiento y, por otro, el de hacerlo en una sociedad en la que, durante mucho tiempo –por poner solo un ejemplo, las patentes se registraban a nombre de sus maridos, padres o hermanos– las mujeres casadas, hasta finales del siglo XIX, no tenían derecho jurídicamente a tener una propiedad (incluida la propiedad intelectual).
A pesar del limitado acceso que tuvo la mujer a la educación y de las trabas de una sociedad que no se lo puso nada fácil, es considerable la cantidad de inventos que nos han legado, desde el ámbito de lo doméstico hasta lo social o científico.
El recorrido por la exposición, que puede visitarse hasta el 24 de febrero, incluye varios paneles con información de 23 mujeres inventoras. Entre ellas, algunas españolas como Angela Ruiz Robles, visionaria del libro electrónico o Julia Rodríguez-Maribona Montoussé y Julia Mountussé Frages, inventoras de la fregona. También se pueden ver caras conocidas de la gran pantalla como la de la actriz, Hedy Lamarr, que junto al compositor, George Antheil, desarrolló un sistema de detección de torpedos teledirigidos o la de la estrella del cine mudo, Florence Lawrence, que inventó el primer intermitente de coches.