España está atravesando una situación en muchos casos dramática. A la profunda crisis económica que afecta directamente a miles de familias que no saben como pagar la luz, el gas o la compra diaria, se suma la tragedia de los incendios que han arrasado miles de hectáreas arruinando el trabajo de generaciones de sacrificados agricultores y ganadores que no saben como van a sobrevivir cuando ya nada tienen. Y, además, la guerra de Ucrania, muy cerca, terrible.
Pero todo ello, un exiguo resumen de la larga lista de calamidades que afectan a España y a los españoles, no parece razón suficiente para que el presidente del gobierno y sus ministros interrumpan sus merecidas vacaciones. Cuando vuelvan de sus Maretas ya saldrán a los medios a tranquilizar a los ingratos ciudadanos.
Es imposible que ningún país de nuestro entorno considere que España es hoy en día un país serio y de fiar. La sequía más profunda de nuestra reciente historia, una inflación desbocada, nuestros campos arruinados, miles de empresas cerradas, un paro que va mostrar su más negra cara en nada…y el presidente veraneando. Pero antes de montarse de nuevo en el Falcon nos receta como soluciones definitivas quitarnos la corbata, apagar los escaparates y cocer a los clientes en los bares y las tiendas.
En los últimos meses además de estas payasadas lo único que ha quedado claro es que el objetivo más importante para sacar a España adelante es insultar a Feijóo, que, por cierto es al único al que se le ha visto este verano preocupándose por los problemas.
No hay ni una sola medida que haya propuesto este nefasto gobierno que nos permita albergar una mínima esperanza. Aquellas soluciones mágicas para abaratar la luz, ¿para que han servido?. ¿Y qué hay del gas? Su precio se ha multiplicado ad eternum, y el presidente del gobierno lo resuelve rompiendo relaciones con Argelia sin mejorar las de Marruecos.
Es absolutamente necesario cambiar de gobierno, pero como Sánchez no va a convocar elecciones generales, vamos a empezar a ganarle donde le duele, en las municipales y autonómicas, que están a la vuelta de la esquina. Solo depende de nosotros, los que votamos.
Si (
No(
