PSOE y Ciudadanos disparan a la desesperada sus últimos cartuchos para amarrar votos, turnándose cada semana la portada de la revista Sietedías. Copan lo que debería ser información municipal, con entrevistas personales, electoralistas, y plagadas de inexactitudes, por no decir mentiras, con las que tratan de engañar a los vecinos.
Pero tienen un problema, ¡los tenemos más que calados! Llevamos tres años escuchando promesas que nunca llegan, saliendo en prensa nacional por sus escándalos internos y tramas empresariales, y viendo como la ciudad se degrada día tras día, mientras ellos impasibles, siguen jugando a los alcaldes con el dinero de todos los vecinos.
Pasan los meses, se van acumulando las mentiras y las fotos, y no pasa nada. Les da exactamente igual faltar a su palabra con los vecinos. La gran operación asfalto prometida para verano de 2022, ahora nos dicen que si eso en 2023; publican y presumen del arreglo de la pista deportiva de Fuente Hito, que lleva inutilizada desde filomena, y otra mentira, sigue acordonada y con la valla vencida.
¿Alguien es capaz de recordar alguna inversión o actuación de este gobierno? Solo me vienen a la cabeza situaciones bochornosas, como la carta prometiendo hacer test COVID a toda la población (nunca lo hicieron, vino al Comunidad de Madrid al rescate); la pérdida de 3,5 millones de euros de fondos también de la Comunidad de Madrid para obras en la ciudad; el endeudamiento de la empresa pública SEROMAL para poder pagar las nóminas, porque el Ayuntamiento no le paga; el vergonzoso juego de las sillas con el que se repartieron la alcaldía PSOE y Ciudadanos; o el pacto con Podemos para hacer alcalde al que era suplente de Ciudadanos, tras acuchillar a su líder al más puro estilo “Juego de Tronos” en “La Boda Roja”.
El Ayuntamiento está KO, y el poco movimiento que se ve, como pueden ser las pocas calles que se han asfaltado esta primavera, se debe a un proyecto que dejo el PP hasta financiado, y que han tardado tres años en ejecutar.
Queda menos de un año para que los vecinos dictemos sentencia, y mandemos sus fotos a las cloacas, de donde nunca debieron salir.