anto el nuevo alcalde como el que lo será, si se consuma este matrimonio de conveniencia, no han tenido nunca relación alguna con las empresas que ocupan los casi 80.000 m2 de oficinas propiedad de Alcobendas.
No tienen ni idea de lo que ha costado mantener un grado de ocupación de casi el 100%, incluso en los momentos más duros de la crisis. Por no conocer no conocen ni a los trabajadores de la empresa municipal, Sogepima, que han hecho un formidable trabajo durante estos años, tan difíciles.
Pues bien, ALCOBENDAS está ante el riesgo cierto de perder el contrato más importante de alquiler de oficinas de los que están vigentes, lo que supondría la pérdida de varios millones de euros de ingresos, un auténtico agujero en las cuentas municipales.¿Y que están haciendo al respecto? Nada.
Les parece más importante hacerse fotos ante los proyectos promovidos por el gobierno del PP, o anunciar a bombo y platillo que van a vender el coche de 12 años que utilicé como alcalde. Por cierto, lo que saquen por ese coche no paga ni el sueldo de un mes del vicealcalde, que mientras tanto sigue utilizando un coche oficial para sus desplazamientos.
Alcobendas es una ciudad que requiere gestores preparados para mantenerla, como hasta ahora, en perfecto estado financiero y de servicios públicos.
Quien nunca ha gestionado ni un puesto de castañas no debe utilizar un pacto político para experimentar. El resultado lo pagarán los vecinos.
Han pasado apenas dos meses, y en Alcobendas ha subido el paro como nunca, y algunas empresas anuncian que se van.
Un gobierno local en el que C’s se alía con el partido que no es capaz de formar gobierno en España, es difícil de entender en una ciudad que en los últimos 12 años se convirtió en una referencia a seguir.
No podré nunca entender que a los mismos votantes de C’s que apoyan el gobierno de coalición en Madrid entre PP y C’s, les parezca bien el acuerdo de Alcobendas. ¿O es que todo da igual?
Ignacio García de Vinuesa