La renuncia del único equipo madrileño en la máxima categoría del balonmano femenino española se produce en medio de una crisis interna del club, que llevó a la dimisión de su Junta directiva hace dos semanas y al desmantelamiento de su primer equipo femenino por la marcha de técnicos y jugadoras.
El desencuentro entre la anterior Junta directiva y algunos técnicos del club desencadenó una dinámica que ha llevado a la renuncia de su equipo femenino. Su entrenadora, Cristina Cabeza, alineada con la directiva, decidió abandonar el club y fichar por el Liberbank Gijón La Calzada. Tras ella han abandonado el equipo más de media docena de sus jugadoras.
Ante la imposibilidad de mantener una plantilla para luchar por la permanencia en la Liga Guerreras -el Alcobendas era el último clasificado cuando la competición se suspendió por la pandemia del coronavirus- , la comisión gestora que ahora dirige el club ha decidido no inscribirlo en la División de Honor. Ello trae acarreado la pérdida del patrocinio de Helvetia, que duraba ya ocho años.
La Federacion Española de Balonmano había cursado días atrás una invitación al Sporting La Rioja para el caso de que se produjera una baja entre los 16 equipos de la categoría.