El alivio de desconfinamiento de los menores se había convertido durante todo el día en una tormenta política y social. A mediodía, la ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, anunció que los niños podrían salir, pero solo para acompañar en la realización de las actividades que establece el estado de alarma: “Ir al supermercado, a la farmacia, a las entidades bancarias o a comprar el pan o el periódico”, puso como ejemplo, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
Horas después, Illa, anunció que, tras la aprobación este miércoles de la ampliación del decreto de alarma, daría instrucciones para que los niños también puedan salir a pasear desde el mismo domingo 26 de abril, algo que negó que fuera una rectificación, sino una decisión adoptada en el ejercicio de sus facultades como ministro de Sanidad. No quiso dar más detalles. "Las condiciones concretas las daremos a conocer en próximos días”, dijo, como la distancia, y el tiempo máximo de estas salidas, que se decidirán “en función de que las recomendaciones de los expertos”. “Lo que vamos a permitir es dar un paseo, un rato al día, no ir a comprar, que es algo que también podrán hacer”
La medida aprobada por la mañana se quedaba corta respecto a lo que los padres esperaban e incluso había recomendado el comité científico que ha asesorado al Gobierno: la posibilidad de dar simplemente un corto paseo, algo que se permite, con restricciones, en países como Italia o Francia, también con un elevado número de casos de covid-19. También generó muchas críticas el que se permitiera a los niños ir precisamente a sitios cerrados, como supermercados, donde la posibilidad de contagio parece mayor, en lugar de poder realizar actividades en espacios abiertos, donde es más fácil guardar el distanciamiento social.