Injertado de veneno, el partido socialista ha conformado el primer gobierno de nuestra democracia que atenta contra la misma. Introduce en sus raíces la ácida savia comunista y populista; en sus ramas el hongo letal de la desmembración separatista. Y aplauden, aplauden con fuerza en el Congreso a los que se jactan de imponer los fines por los que hasta anteayer mataban -también a socialistas-, embebiendo la cicuta de sus palabras de odio.
Es momento de expresar valores, de defender principios. Aquellos de consenso, de paz, de libertad, de respeto, de solidaridad. No caben medias tintas, no hay lugar para indefiniciones, tenemos que estar juntos en la defensa de nuestra esencia; porque a ella se ataca, en ella todos atacados.
Y los políticos estamos llamados a ser ejemplo. A todos los niveles, desde todas las administraciones, reivindicar y defender el consenso constitucional.
Desde esa superior concepción de lo esencial que nos une, propusimos que, superando diferencias, en Alcobendas nos uniésemos todos en una Declaración Institucional en defensa de la Constitución y la unidad de España. Propusimos hacerlo conjuntamente PP, Ciudadanos y Vox, e incluso con la mano tendida para que los socialistas de bien y con valor se pudieran sumar.
Pero Ciudadanos de Alcobendas, no quiso, no supo o no se atrevió. Me consta que tal decisión no fue compartida por todos… pero se impuso. Acaso para no disgustar a su aquí socialista socio de gobierno.
Están a tiempo de rectificar. Mostrar con valor la fortaleza común de lo que nos une. Sin temor a perder nada. Les llamo a ello; como estoy seguro que les llama la inmensa mayoría de los vecinos de Alcobendas.
Y, si se quebrare su contra natura unión gubernamental con el PSOE, en nosotros siempre encontrarán un leal proyecto para Alcobendas. El mismo que con su apoyo desarrollamos en la pasada legislatura; el mismo que siguen intentando desarrollar y que su socio socialista les obstaculiza imposibilitando un nuevo presupuesto. Sin reproche alguno, nuestra mano tendida, nuestra puerta abierta.
Están a tiempo de apartarse del árbol envenenado. No dudamos de su convicción constitucional, democrática y patriota, pero si mezclan sus frutos con los envenenados, corren el riesgo perecer en el veneno… y lo que es peor no evitarán que España misma se envenene.
Opinión de Ramón Cubián/Portavoz del PP en el Ayuntamiento de Alcobendas/Enero 2020/Tribuna de La Moraleja
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