Un año después, seguimos con lo mismo. Las diferentes administraciones querían poner orden en este guirigay, por lo que a partir de ahora será de obligado cumplimiento en todas las carreteras de la comunidad, ya sean del Gobierno central, la Diputación o los ayuntamientos. Hasta ahora, los consistorios no han hecho caso a Fomento, argumentando que las normas de seguridad vial son competencia del Estado, pero las normas de mantenimiento y construcción de las carreteras están delegadas en los municipios.
Condiciones
Según la nueva Orden, los resaltos tienen que respetar una distancia entre unos y otros de estos dispositivos de, al menos, 150 metros. En cuanto a la altura, la máxima que deben tener los reductores de velocidad situados en un paso de peatones sobreelevado es de 10 centímetros. Pero hasta ahora, ha pasado un año, no ha cambiado nada.