Suspendieron ciencias, suspendieron letras, incluso la ciudadanía mal estudiada -que la religión no les tienta-, la dejaron suspensa. Pero saben que el curso está hecho y dirá el CIS que progresan, si no de forma adecuada, bastará una foto y un pregón repetido en portada.
Y dirán que promocionan y dirán que la cosa está hecha… hecha de apaños, de remiendos, de parches, de mentiras y de malas cuentas. Dirán que tan malos no son cuando de curso progresan; “progresistas” de más pellas que esfuerzo que, para sus cañas y copas, cierran calles, copan parques y, si la ciudad no circula, que se busque la vida y se aparque.
Naturales suspensa, invadidos de mierda, que confunden la fauna y flora con ratas y con rastrojos de acera.
Y un cero en vivienda, que tal es el resultado de su apuesta. Lo que anunciaron buque insignia, en la legislatura de aquella… ni una sola aunque lo fuera, ni una han hecho, ni un ladrillo; tan sólo un cartel y una maqueta, para presentarse al examen presumiendo de chuleta.
Y a pesar de no hacer nada, de incumplir repetidas promesas; de asfaltados que no asfaltan; de inversiones que no llegan; entidades mal tratadas, asociaciones olvidadas, casas regionales que no cuentan… suspenden también las cuentas que sólo en rojo calculan y en treinta millones están las deudas.
Pero dicen pasar de curso y en la orla se reflejan con sonrisa hasta en las cejas y juntos naranjas y rojos en mezcla, entonan silvando -que no se saben la letra- “Gaudeamus igitur, iuvenes dum sumus (alegrémos pues, mientras seamos jóvenes)”, que sólo esa es su juerga… porque encima se alegran, de no hacer nada y de endeudar las cuentas. Que ellos nada repiten y que si alguna les queda, que pague Alcobendas. Que ellos son de Celaá y si vale ser vago, que venga Dios y lo vea.
Si (
No(
