Volver a empezar

Solo tres meses. Celebramos un Congreso Extraordinario, elegimos un nuevo Presidente que reorganizó los equipos, se convocaron los próximos congresos autonómicos, y los sondeos han dado la vuelta, señalando que el Partido Popular vuelve a ser el preferido por los españoles.

Es lógico que nos preguntemos que ha ocurrido en apenas unas decenas de días para que se perciba tal unanimidad en el cambio.

Alberto Núñez Feijóo, nuestro nuevo Presidente del Partido Popular, llega precedido de cuatro mayorías absolutas en Galicia que demuestran que su forma de entender la política y la gestión es la preferida no solo por los afiliados y simpatizantes del PP, sino por otros muchos cansados de ser siempre los olvidados en el debate político.

Desde hace demasiado tiempo la política en España está protagonizada exclusivamente por los partidos y sus líderes. Los mensajes que más nos llegan son los que se refieren a la opinión que los diferentes portavoces tienen de sus adversarios. Ejercitan el ingenio para tratar de encontrar una frase llamativa que les garantice el titular, casi siempre para descalificar al contrario.

Otra parte de su discurso trata de ellos mismos, de sus intereses, de sus objetivos, que casi nunca tienen que ver con las preocupaciones de los españoles. Pensemos en el discurso de los independentistas, los herederos de ETA y la izquierda radical anticonstitucionalista.

Y luego está, categoría aparte, Pedro Sánchez, que además de ser un mentiroso profesional, solo habla de aquello que a su juicio le sirva para que sus socios le mantengan la silla. ¿Alguien sería capaz de señalar algún discurso de Sánchez que vaya dirigido a explicar a los españoles cómo nos va a sacar de esta?

No es preciso, aunque muy recomendable, escuchar o leer opiniones ajenas para entender el hartazgo que la política supone para muchos. De lo que se habla en las casas es de cómo pagar la cuenta del supermercado, la hipoteca, la gasolina o los colegios. Pero esas dudas no las despeja Sánchez en sus intervenciones.

Alberto Núñez Feijóo ha llegado a la política nacional con un mensaje claro: los políticos trabajamos para resolver los problemas de las personas. Con una inflación disparada y los gastos públicos cada día mas altos, su mensaje es muy claro: Hay que bajar los impuestos

El Partido Popular ya ha sabido hacerlo en otras ocasiones. Ahora le toca a Feijóo volver a empezar. Merece, y lo tendrá, el mismo apoyo que le dieron los gallegos.