Una vez saltaron las alarmas se personaron varias dotaciones de policía que persiguieron a los aluniceros hacía Madrid pero no les pudieron detener. Lo cierto es que el restaurante Faro de Luarca ha recibido la visita de este tipo de ladrones varias veces en lo que va de año y la Policía mantiene controles periódicos en la zona para tratar de reducir este tipo de robos.
Su modus operandi es el clásico de los aluniceros y utilizan una maza o una tapa de alcantarilla para romper el cristal y en pocos minutos desvalijar las máquinas tragaperras. Esta vez no pudieron hacerlo por la activación de las alarmas.