Estos profesionales atendieron el año 2022 un total de 2.017 paradas cardiorrespiratorias, consiguiendo revertir la situación en uno de cada tres casos en los que las maniobras de recuperación cardiopulmonar (RCP) estaba indicada. En los cinco primeros meses de 2023, la cifra de paradas roza el millar, con 932 emergencias atendidas y una de cada tres revertida.
Asimismo, cabe destacar que, en muchas de estas actuaciones, la maniobra inicial fue realizada por ciudadanos de a pie que hicieron uso de estos aparatos, “lo que refuerza el acierto y la necesidad de ir incrementando paulatinamente su número” ha destacado Matute. “Estos datos ponen de relieve la importancia de la cadena de supervivencia y de contar con suficientes desfibriladores en la región, 504 más que el año pasado. Los nuevos equipamientos nos afianzan como una de las regiones con mayor cardioprotección y permiten a cualquier ciudadano contribuir a salvar una vida”, ha señalado la consejera. Matute ha subrayado, además, el hecho de que “en los lugares donde la instalación de estos dispositivos es voluntaria se ha observado un ascenso del 9,6%, hasta alcanzar los 2.909 equipos. Esta cifra refleja que la sociedad madrileña está cada vez más concienciada a la hora de contar con estos instrumentos”.
Por último, en 2022, el SUMMA112 realizó 29 intervenciones por ahogamiento en piscinas o zonas de aguas recreativas de la región, número que este año se ha incrementado ya que, solo hasta junio, el Centro Coordinador de Urgencias y Emergencias de este organismo ya contabilizaba 19 avisos por ahogamiento.
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