Nos ventilamos un 2020 cargadito de situaciones y momentos que nunca pensamos que íbamos a vivir. Termina un año que lo único bueno que nos ha traído es la promesa de un 2021 mejor.
En nuestra ciudad también se están dando situaciones, que, como poco, son desconcertantes. Desde hace días, en la vaciada base de Policía de El Soto de la Moraleja, hay casi más guardias jurados que miembros de “El Cuerpo”, las Entidades de Conservación reciben su subvención anual a dos meses de terminar el año y, con la merma arrastrada del ejercicio pasado, con la que les “premió” el alcalde socialista de Alcobendas, desaparecidas también las prometidas operación asfalto y el resto de inversiones. Mientras tanto, el concejal de Ciudadanos del Distrito sigue enmudecido, no vaya a ser que…
Cuentan que en Ciudadanos son muchas las voces que no quieren seguir siendo la muleta útil del PSOE, llegando a aprobar junto a PODEMOS hasta los presupuestos de la ciudad. Pero haciendo un uso político de la hoz, y quizá también del martillo, son eliminados de raíz, no vaya a ser que…
El último desaparecido es el propio marido de una de las concejales naranjas, que tras criticar públicamente las chapuzas e improvisaciones del gobierno local, ha debido de ser víctima de la hoz naranja, ya que no se le ha vuelto a ver el pelo por el Distrito. En su afán dictatorial, este gobierno ya cesa hasta a los consortes, no vaya a ser que…
Otros rumores también aseguran que la idílica relación entre el Vicealcalde y un representante de una de las Entidad de Conservación, lamentablemente se ha roto (no lloréis todavía, que lo bueno viene ahora) siendo este último expulsado a gritos del despacho del Vice. ¡Qué pena que de eso no se hayan hecho fotos! no vaya a ser que...
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