En una nota del sindicato , federado en CSIT Unión Profesional, explican que “la inmensa mayoría” de los trabajadores ha mostrado su deseo de trasladarse al nuevo centro, a pesar de que son conscientes de que ese parque “tiene fallos” que “seguramente obliguen a realizar obras de mejora más adelante”.
A pesar de haber desratizado las instalaciones en varias ocasiones, la zona donde están construidas facilita que estas sigan reapareciendo. Los bomberos dicen estar preocupados ante la posibilidad de contraer alguna enfermedad grave. También han observado que el techado de uralita tiene zonas deterioradas, un riesgo por la naturaleza altamente contaminante y dañina para la salud de este material.
Piden a la Comunidad de Madrid que “intervenga inmediatamente” ya que la ocupación del edificio se hace “inviable”. Desde el gobierno regional aseguran que son conscientes de la situación y atribuyen el retraso del traslado a que la empresa encargada de las obras en el edificio nuevo han tenido “algún problema constructivo”.