No se puede negar la existencia de cierto riesgo en los juegos de apuestas deportivas como, por ejemplo, no saber dónde colocar el límite y producir un gasto excesivo que incluya ahorros o dinero no previsto para esta fórmula de diversión. El juego, cuando se lleva a cabo con dinero real, produce cierta incomodidad, que impide que se disfrute de él plenamente.
Sin embargo, para disfrutar del placer que proporciona participar en las casas de apuestas que se presentan en los listados de Match.Center Spain y en Match.Center Portugal, las más fiables y populares del mercado ibérico, existen una serie de trucos y consejos que bien merecen aprenderse. Se trata de convertir esta afición en un juego responsable, eliminando riesgos de sufrir pérdidas excesivas, o peor aún, que se den trastornos de personalidad por adicción, depresión o ansiedad derivados del juego compulsivo.
1. Mentalizarse
Uno de los principales pilares sobre los que se debe sostener el juego responsable en las apuestas deportivas está en la confianza y capacidad de cada jugador. Se trata de un concepto que debe ser apropiado por todos y cada uno de los usuarios de estas plataformas. La idea es no ver más allá de lo que significa el juego de las apuestas, pues es simplemente una fórmula de ocio, un divertimento, que no debe ser concebido como un medio de vida ni de hacer fortuna.
El juego responsable comienza, por tanto, en la cabeza de cada jugador. Se debe ser consciente de que en el momento que cambie el humor o requiera más tiempo que el meramente destinado al ocio, deberá abandonarse.
2. El tiempo dedicado
Siguiendo con el concepto anterior, el tiempo dedicado a este juego deberá estar siempre bajo control. Si se pasan demasiadas horas jugando o pensando en el juego, es el momento de plantearse si se está convirtiendo en una obsesión. La forma de saber si se está sobre este límite es plantearse un tiempo determinado, aquel que se considere que se mantiene como divertido y que, por tanto, por encima de él, significará que se está le robando el tiempo a otras actividades que merecen la pena, ya sean laborales, familiares, sociales u otro tipo de juegos. Este tiempo extra deberá eliminarse.
3. El dinero destinado
El dinero es la principal preocupación en este modelo de ocio dirigido al público adulto. Sobre él se deposita la tensión de cada participación, por lo que es la parte más importante para que se mantenga dentro de los parámetros de un juego responsable.
Es imprescindible que se establezca un presupuesto determinado, al igual que se hace con el tiempo, y no salirse nunca de él. Por supuesto, jamás se deberá gastar el dinero destinado a los quehaceres habituales, como el pago de facturas, el pago de suministros, la compra de víveres, la manutención, ni siquiera el destinado a las vacaciones o a otras fórmulas de ocio y diversión. Además, si llega el momento en que el jugador se obsesiona por el dinero perdido, es que se está haciendo un abuso del juego. En ningún caso debe intentar recuperarlo con más apuestas, sería la nota de emergencia, una de las líneas que no hay que cruzar.
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