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Rafael Sánchez Acera, alcalde de alcobendas

“Los Ayuntamientos debemos protagonizar la reactivación económica”

“Los Ayuntamientos debemos protagonizar la reactivación económica”

lunes 06 de julio de 2020, 12:45h
Alcobendas se consagra como un semillero de multinacionales. El municipio constituye el tercer meollo empresarial de nuestro país, solo por detrás de Madrid y Barcelona en millones de facturación anual. Aquí han erigido sus sedes más de 15.000 firmas

Entre ellas Amazon y Alibaba, compañías líderes del comercio electrónico; la consultora Indra; la farmacéutica Pfizer, y una planta automotriz propiedad de Ford. Al frente de la ciudad se encuentra un contable: el socialista Rafael Sánchez Acera, cosecha de 1973 y licenciado en Económicas.

Pregunta. Ahora que la pandemia parece estar bajo control, usted ha puesto el acento en la recuperación económica.

Respuesta. No me imagino qué hubiera sido de este país si nuestros 8.000 municipios hubiesen fracasado en el afrontamiento de la crisis sanitaria. Conozco a alcaldes que han repartido comida, a concejales que han comprado medicamentos a los mayores de sus pueblos. El drama social de las primeras semanas se ha aplicado en los municipios. Pero ahora toca, efectivamente, hacernos cargo del alcance económico que todo esto haya podido tener. Nosotros hemos financiado un millar de bonos de descuento para el comercio local. Al consumidor todavía le cuesta tomar decisiones importantes de gasto, incluso cuando no ha visto resentido su puesto de trabajo. Por eso, primero debemos incentivar el consumo a pequeña escala: los bares, las panaderías, los restaurantes o las tiendas de ropa. Lo demás llegará poco a poco.

P. El Consistorio cuenta con un servicio de asesoría empresarial, orientado a facilitar la implantación de los inversores. ¿Cómo intervendrá en la recuperación?

R. Alcobendas Hub es una herramienta que utilizamos para vender la ciudad a las grandes multinacionales que buscan nueva ubicación. Ofertamos centros de trabajo temporales antes de la instalación definitiva de la firma, aconsejamos sobre el mejor terreno para la nueva sede y facilitamos un servicio jurídico, especializado en derecho mercantil, civil, fiscal y administrativo. Sin embargo, desde hace mes y medio el hub se ha volcado en el apoyo a la búsqueda de ayudas municipales, regionales, estatales y europeas. Así las empresas están informadas de todas las subvenciones posibles que les ayuden a pasar el mal trago de la crisis. De todas maneras, esto es a todas luces insuficiente, porque las autoridades locales tenemos capacidades limitadas en materia económica. A mí me gustaría que una parte del dinero que tanto la Comunidad como el Gobierno central han inyectado se diera directamente a los municipios. Nuestro carácter capilar ayudaría a la distribución justa de esas ayudas. Los ayuntamientos debemos protagonizar la reactivación económica, igual que durante la pandemia estuvimos en la primera línea de ayuda a los más vulnerables.

P. Acaba de inaugurar un memorial a los muertos por coronavirus. ¿Qué importancia tienen esta clase de actos simbólicos?

R. Mucha, porque casi ningún familiar de los fallecidos por la covid-19 pudo despedirse de sus seres queridos. La inauguración del monolito fue un acto sencillo, sin estridencias, en el que Alcobendas quiso acompañar y solidarizarse con sus vecinos.

P. A la vez parece un modo de fijar el recuerdo. La placa que colocó permanecerá por siempre.

R. No nos podemos permitir olvidar lo ocurrido. Primero, porque la ciudadanía ha sufrido mucho y ese dolor requiere un reconocimiento institucional. Segundo, porque la pandemia nos ha hecho cuestionarnos algunas de nuestras prioridades: habrá un antes y un después en la forma de relacionarnos, en la manera de entender la vida y las decisiones públicas. Ahora todos sabemos que hay colectivos de trabajadores peor pagados que otros, aunque su labor sea absolutamente esencial en una circunstancia así. Tampoco nadie discute la necesidad de una sanidad pública potente.

P. ¿Cerrar la herida de la pandemia pasa por cuidar de esos aspectos?

R. Sin duda. Esta crisis nos ha colocado frente a un espejo. Hemos contemplado nuestras fortalezas y nuestras flaquezas como sociedad. Ahora toca reflexionar sobre el futuro, pensar hacia donde queremos dirigirnos. Para ello, hace falta un pacto de reconstrucción en la Comunidad de Madrid. Un gran acuerdo a corto, medio y largo plazo. En el corto, hace falta seguir apoyando a las familias más vulnerables para que podamos salir de esta situación todos juntos, sin que nadie quede atrás. En el medio, necesitan repensarse algunos de los sistemas que han fallado, como la política sanitaria o las residencias de ancianos. Después de eso, pensando a años vista, podremos abordar debates más amplios. Y si quieres, hasta filosóficos. Pero todo debe hacerse desde el consenso político.

P. Aquí gobierna gracias a una coalición con Ciudadanos. ¿Esa es una fórmula extrapolable al Gobierno regional?

R. La política municipal es más pragmática. Aquí las diferencias ideológicas son menos evidentes en el día a día. Todo depende más de las personas que de las marcas y los colores políticos. Pero yo creo que sí podría trasladarse a otras administraciones. En Alcobendas el acuerdo ha sido más que fructífero. Ambas partes estamos muy contentas con el pacto, que está marcado por la lealtad y el entendimiento. Hace poco hicimos una valoración pública de nuestros primeros cien días al frente de la Corporación. Resaltamos la bajada del IBI al mínimo legal, la supresión del chófer para los representantes públicos, una mejora de la transparencia gubernamental, rebajas fiscales dedicadas a las familias numerosas, nuevas inversiones en la mejora de los colegios públicos y un plan municipal de vivienda que construirá 500 nuevas casas a precios asequibles.

P. En diciembre, unos meses antes de la pandemia, la ciudad se adhería al Acuerdo de París para la erradicación del VIH. ¿Podemos extraer lecciones de cómo se gestionó aquella crisis sanitaria hace tres décadas?

Espero que seamos capaces de obtener mejores resultados que entonces. La epidemia del VIH cambió las sociedades. Pero, una vez que la enfermedad se cronificó, perdimos el miedo y bajamos la guardia en exceso. El resultado es que hoy los contagios de VIH se han disparado en nuestro país. La globalización ha traído muchas ventajas, pero uno de sus inconvenientes es que si estornudan en China se constipa todo el planeta. Como no podemos cerrar las fronteras de manera permanente, necesitamos de la responsabilidad individual en todos los casos.

Fuente: ``El País´´

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