Tiempo de Esperanza

Pues de cara a Dios, o al menos lo intentamos. El hombre, a pesar de creerse algo, es bastante vulnerable. Somos frágiles. Esta “plaga” nos ha bajado del pedestal y puesto a la luz una debilidad mayor de lo que pensábamos. Siendo realistas, este nuevo “tsunami” se lleva por delante cosas que creíamos ya conseguidas…

Pero lo que no puede llevarse, por nada del mundo, es nuestra esperanza. Sí, hay muchas personas abatidas, desalentadas, tristes. No nos dejemos vencer, convirtamos todo lo que está ocurriendo, fuera y dentro de nosotros en una gran oportunidad para confiar en Dios y madurar avanzando.

Es Dios el que nos puede dar luz ante tanta bruma y oscuridad. Dios puede, lo puede todo. Démosle entrar en nosotros. Las grandes soluciones empiezan por uno mismo. ¿Cómo? Partamos de algo que decía San Pablo y que estamos repitiendo por activa y por pasiva en nuestra parroquia: “ahoguemos el mal en abundancia de bien”.

No nos dejemos abrumar por el pesimismo o el miedo. Dios abre horizontes. Este es el mensaje que intentamos transmitir: que la confianza en Dios despeja los caminos, que la esperanza en lo de aquí abajo sirve mientras sirve, pero dejarse querer por Dios y pedirle ayuda es mucho más eficaz que muchos planes a lo humano. La parroquia está abierta todo el día: desde las 6.45 a las 20.30. Y muchas personas se acercan para “cargar baterías”. Es tiempo de esperanza no dejemos que nos la roben.

En cuanto a la antigua Iglesia, tras romperse el acuerdo de su venta y a la espera de nuevos interesados, continúa como templo de culto y hay misas todos los días a las 8,30 de la mañana.

D.Alfonso Sánchez-Rey