Las grandes concentraciones de gente suponen aún un gran riesgo para la salud en todos los ámbitos, ya que el coronavirus sigue presente desde hace meses. Es por ello que, tanto desde las autoridades sanitarias como desde el Ayuntamiento de Madrid, se había solicitado a los aficionados en reiteradas ocasiones que evitaran llevar la celebración, como de costumbre, a las calles para reducir el riesgo de contagio. Esto, después de las celebraciones de aficionados de otros equipos en los últimos días fuera de España o incluso dentro de nuestras fronteras, con las imágenes protagonizadas por algunos aficionados del Cádiz ante su subida a 1º División.
La afición ha hecho gala de esa responsabilidad que se había requerido. Aun así, para prevenir riesgos, se ha compuesto un amplio dispositivo de seguridad conformado por 120 agentes de la Policía Municipal y unos 150 del Cuerpo Nacional de Policía. Asimismo, también se han dispuesto controles rutinarios en distintos puntos y se han colocado vallas en el entorno de la fuente de Cibeles para evitar que algunos aficionados entran en ella. Los únicos que han podido traspasar ese perímetro han sido dos operarios del Ayuntamiento de Madrid, que han subido a la escultura para colocar alrededor de su cuello una bandera del Real Madrid, como es costumbre cuando el conjunto blanco cosecha títulos.
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