Las drogas tienen la capacidad de penetrar en la parte más oculta de la mente de la gente y crear una dependencia que puede acabar con la salud del enfermo dependiente.
Según el informe sobre las drogas publicado por el Ministerio de Sanidad Español en 2018, más de 70 000 personas de entre 15 y 34 años reconocían haber consumido al menos cannabis en el último año. Datos no menos preocupantes ofrece la Comunidad de Madrid a través de su encuesta sobre alcohol y drogas realizada en 2017, donde se refleja que la cocaína es la segunda sustancia ilegal más consumida en Madrid y que más de el 10 % de los encuestados admite haberla probado al menos una vez en la vida.
Estas investigaciones dejan claro que son muchos los ciudadanos que coquetean con las sustancias ilegales. De ellos, un porcentaje importante acaba cayendo en una situación de dependencia que hace necesario que las personas adictas se planteen iniciar algún tipo de tratamiento con el objetivo de dejar el consumo y liberarse de esta situación que no ofrece nada positivo a quienes se encuentran en ella.
En la actualidad hay posibilidades de tratar las situaciones relacionadas con la adicción en clínicas especializadas en este tipo de trastornos. Un ejemplo son los tratamientos de adicciones de Madrid, ciudad donde realizan muchos esfuerzos al respecto puesto que la Comunidad Autónoma siempre figura entre las cinco primeras en cuanto a pacientes con adicciones a las drogas duras.
A menudo la adicción a la cocaína se acompaña de adicción al sexo u otro tipo de dependencias, que suelen ir inevitablemente unidas a las primeras y que pueden acabar con la felicidad de un individuo y desviar el camino habitual de una vida para siempre. Por ello es importante atajar este tipo de situaciones de un modo conjunto. Así lo demuestra el trabajo diario de algunos de los centros de adicciones de Madrid, que asumen las sesiones con el paciente desde esa perspectiva amplia y cuyos terapeutas son conscientes de que el proceso debe abarcar no solo la adicción en sí, sino otras situaciones derivadas, como la ya citada dependencia sexual.
Iniciar el camino de la recuperación
Solo con la colaboración activa y deseada del dependiente será posible iniciar un proceso de desintoxicación y desterrar de su vida todo tipo de dependencia.
Una vez que la persona es consciente de que tiene un problema y que quiere acabar con él, esta se sitúa en el escenario ideal para comenzar el tratamiento de adicción la adicción gracias a técnicas de psicoterapia de la mano de profesionales habitualmente dedicados a este tipo de casos, que son quienes mejor pueden comprender a las personas que sufren este tipo de adicciones y acompañarlas de un modo activo para encontrar la senda de la mejoría y volver a vivir una vida sana.
En el momento de someterse a un tratamiento es conveniente hacerlo desde una doble perspectiva. En primer lugar hay que requerir la colaboración terapéutica enfocada a abandonar la dependencia. Pero además es importante que el paciente analice su propia vida con ayuda del profesional para identificar aquellos rasgos y debilidades que pueden ser la causa de esa adicción. Será necesario adquirir herramientas psicológicas para asumir la situación que causa el malestar y superarla para evitar un escenario futuro de angustia que pueda traducirse en una recaída en la adicción.
Un terapeuta con experiencia en este tipo de situaciones es capaz de determinar en qué estado del proceso de recuperación se encuentra el paciente y de ayudarle a continuar dando pasos para abandonar por completo la adicción. A lo largo de este proceso, los dependientes no solo logran salir de la situación negativa en la que se encuentran, sino que además adquieren hábitos que les permiten responder de un modo más eficiente a cualquier tipo de circunstancia futura, gestionar mejor sus relaciones personales, etc.
Adicción al sexo
La adicción al sexo es un problema que en muchas ocasiones viene derivado de otras situaciones de dependencia o afecta a personas que están pasando por momentos familiares complicados. En estos casos es importante iniciar el trabajo para reorientar esos impulsos y gozar de una vida sana en el ámbito sexual y personal.
Los tratamientos de adicción al sexo no tienen como objetivo neutralizar el deseo de intimidad de la persona que sufre la adicción, sino que busca que los hábitos del paciente respondan a un comportamiento natural y saludable que le permita vivir su sexualidad sin los inconvenientes causados por la adicción.
Tanto estos como los tratamientos de adicción a la cocaína son terapias que se adecúan a la situación concreta de la persona que se ponen en manos de un profesional y cuyos profesionales comprenden lo delicado de la situación. Buscan ante todo que, sea cual sea el perfil del paciente, pueda recuperar el control sobre sí mismo y regresar a una situación equilibrada y alejada de esos patrones de conducta negativos. Con la ayuda de estos profesionales ver un futuro más positivo no es un imposible.
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