Los menores utilizan como excusa la noche de Halloween para invadir el parque colindante al centro comercial del Encinar de los Reyes y salvo el año pasado, que el operativo policial consiguió dispersarles, los jóvenes han llegado a lanzar bengalas, huevos y petardos de todo tipo. Otra de las quejas que suelen realizarse en la noche de Halloween en virtud de esta concentración de jóvenes es el botellón y las peleas.
Para montar semejante y bochornoso espectáculo, los menores utilizan a su favor las diferentes competencias administrativas que hay en el espacio geográfico. Es decir, si ven a la Policía de Madrid se van a la acera que corresponde a Alcobendas y viceversa en el sentido contrario.