Lo más curioso del caso es que se han estropeado las dos a la vez. Son máquinas que han trabajado durante 22 años. «Los operarios están trabajando a mano. Una de las máquinas necesita una pieza que se ha pedido a Alemania. Compraremos, si lo aprueba la Asamblea una barredora nueva», afirma el gerente de la Entidad de Conservación Julio Yudego.
Mientras las cosas se arreglan los operarios, se esfuerzan por mantener la urbanización lo más limpia posible.