El 52% de los votos no quieren independencia. El partido de Arturo Mas gana pero sin la mayoría. Necesita un partido de Izquierdas radical, CUP, para gobernar. Espctacular ascenso de Ciudadanos. Récord histórico de participación
Si Arturo Más quería conocer la voz del pueblo para cumplir el objetivo de separar Cataluña de España, el resultado ha quedado claro. La mayoría de los catalanes han dado un "NO rotundo al proyecto del actual Presidente de la Generalidad. Los catalanes quieren seguir siendo españoles. Sin embargo, es evidente que Cataluña está dividida. Un 48 por ciento quiere separarse y un 52 por ciento quiere seguir donde está; es decir, en España.
Bien es cierto que por estos lares poco o nada importa lo que sucede en aquel lado del país. Sin embargo, estas elecciones camufladas de plebiscito preocupan por lo que supone para la economía de todo el conjunto de España al que pertenecemos. En este momento en el que escribimos esta crónica de urgencia, el IBEX35, nuestra bolsa, está subiendo después de la caída de la última semana. Es un síntoma positivo, aunque queda mucha mañana.
No obstante, tenemos que estar muy atentos con lo que suceda políticamente en los próximos días. Si escuchamos a uno y a otros, todos han ganado. Pero si analizamos los resultados con precisión vemos el éxito arrollador de un partido coherente como Ciudadanos. Su líder, Alberto Rivera quiere invertir este triunfo en su candidatura a la Presidencia del Gobierno de España. Muy a tener en cuenta y tomar buena nota.
En cuanto a los "ganadores", Juntos por el sí, a pesar de ser mayoría han perdido en número de votos, Van a necesitar el apoyo de CUP si quieren gobernar.. Sin embargo, este partido de izquierdas radical en su proyecto tiene como objetivo echar a Arturo Más. ¿Cómo se cuece este conglomerado? La contestación, insisto, la vamos a tener en los próximos días. Puede suceder lo mismo que en Andalucía. Incluso, que se repitan las elecciones.
Lo que ha quedado claro, es que Cataluña está dividida. La convivencia es difícil, sobre todo en provincias como Lérida y Gerona, donde los separatistas son mayoría. Es el caldo de cultivo del futuro de esta querida región de España. Algo tendrán que hacer los políticos para no terminar tirándose los trastos los unos contra los otros. Lo catalanes, exceptos en algunas de sus provincias -a los hechos nos remitimos-, son gente preparada que sabe solucionar sus problemas.