En dos jugadas, una en el primer minuto y otra en el último, el Milan igualó 90 minutos de dominio absoluto del Barcelona. El campeón italiano no necesitó más ante el defensor del título europeo. Allegri, técnico rossonero, se llevó el empate que firmaba antes del inicio gracias a los errores propios de los de Guardiola. Al igual que el pasado sábado en San Sebastián, dos errores puntuales condenaron a los azulgrana. [Narración y estadísticas]
A los 25 segundos de juego, Pato dejó en evidencia el circunstancial centro de la defensa que alineó Josep Guardiola, formado por dos mediocentros reconvertidos, Busquets y Mascherano. Ambos han demostrado que pueden servir como solución de urgencia cuando falta uno de los centrales titulares, Puyol y Piqué, pero sufren sin un guía. El regreso del capitán, que reapareció en el segundo tiempo después de cuatro meses sin jugar, fue la única buena noticia de la noche para Guardiola.
Encajó bien el golpe el Barça. Después de unos minutos de aturdimiento, en el que Pato estuvo a punto de liarla un par de veces más, regresó la calma. El balón comenzó a circular entre el centro del campo y la delantera, siempre al mando de Xavi y Messi. Las ocasiones no tardaron en llegar.
Messi tuvo la más clara hasta el gol en un lanzamiento de falta que se estrelló en el poste izquierdo de Abbiati. El portero del Milan ganó el uno contra uno con el argentino. Le paró todo lo que le tiró, que no fue poco, pero no pudo hacer nada para evitar que uno de los socios del 10 igualara el marcador. La jugada de Messi fue sensacional y no formará parte de su antología porque el gol no fue suyo. Con el balón pegado al pie, se lanzó contra la muralla defensiva del Milan, se llevó a todos con él y cuando no había más opción que la rendición, sacó un pase raso al segundo palo, donde llegó el siempre oportuno Pedro para empujar a la red.