Desesperados. Así, sin medias tintas, se encuentran los 1.300 farmacéuticos titulares de Castilla-La Mancha, que ya no pueden seguir haciendo frente a las facturas. La Administración dejó de pagarles los fármacos dispensados con receta en el mes de mayo y, desde entonces, han adelantado ellos el dinero. Pero se les acaba. "Estamos al borde de la quiebra. Ya no podemos más", reconoce a ELMUNDO.es Julián Creis, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Ciudad Real, una de las provincias más afectadas.
Por lo general, "las farmacias financian los medicamentos, incluso durante un plazo de 50 días, antes de que la Administración les pague las facturas por los fármacos dispensados", explica Rosa López Torres, presidenta del Consejo Regional de Farmacéuticos de Castilla-La Mancha (COFCAM). Sin embargo, estos 50 días se han convertido ya en dos meses y medio, pues lo último que ha pagado el Gobierno Regional ha sido la mitad del mes de mayo. "Teniendo en cuenta que el gasto farmacéutico en la Comunidad es de 50 millones de euros mensuales, la deuda actual asciende a 125 millones de euros", indica Creis.
Los más perjudicados relación con el impago del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM) están siendo los titulares de farmacias recién abiertas y los que viven en zonas rurales. Los primeros tienen que afrontar unos créditos muy elevados mientras que los segundos dependen casi exclusivamente de las ventas de fármacos de la seguridad social, es decir, no tienen ingresos por otras ventas como ocurre en las farmacias de las ciudades donde sus habitantes solicitan más productos de para-farmacia. "Hay casos desesperados. Farmacéuticos que están muy mal. Ya no pueden pagar al distribuidor, por lo que dejarán de recibir medicamentos y, si la Administración no salda la deuda, se verán obligados a cerrar y dejar de abastecer a sus clientes", indica el presidente del Colegio de Ciudad Real.