No pudo ser. Los Angeles Lakers cayeron eliminados a las primeras de cambio. Nadie lo esperaba, pero el equipo dirigido por el maestro Zen, Phil Jackson, besó la lona por un humillante 4-0. Nunca en la historia de la NBA un equipo había remontado un parcial de 3-0 en contra. Los Lakers de Pau tampoco lo hicieron. No solo eso sino que cayeron a las primeras de cambio y sin ofrecer resistencia (122-86). Este resultado habrá sido toda una sorpresa para muchos, no tanto para los que han seguido la temporada regular. Los Lakers no han estado bien. Han sido irregulares, oscilando grandes rachas con ciclos de un equipo irreconocible. Ayer, no apareció nadie. Pau estuvo mal, como toda la serie. El de Sant Boi ha hecho los peores números de la temporada. Fallón en el tiro y poco intimidatorio en la pintura, Gasol ha ofrecido su peor versión en el peor momento. No ha sido el único. Kobe Bryant, tampoco puede lanzar las campanas al vuelo. Es cierto que siempre da la cara por el equipo pero también es evidente que cuando no está, no se le espera, y nada hace por remediarlo. Kobe, volvió por sus malos derroteros y ayer no encestaba con normalidad y se tiró todo y más. Otra vez más ofreció la cara más amarga de su currículo. Volvió a ser todo menos un jugador de equipo. De Odom y Bynum más de lo mismo ¿Qué fuegos han apagado? ¿Dónde están los bomberos? Es aquí, en este duelo donde Dallas le ha dado fuerte a los Lakers. Sólo hay que ver los 32 puntos de Jason Terry con 9 de 10 de triples. Espectacular. Junto a él, el resucitado Stojakovic, que encestó 21 puntos con 6 de 6 en triples. Tremendo. Para más INRI, los Mavericks batieron un récord que había en play-offs, metiendo en un partido 20 triples. El final del partido dio pena. Ver al maestro Jackson (11 anillos) despedirse de esta manera no es justo pero alguna razón tendrá este gurú de la NBA en lo sucedido. De esta tormenta no van a salir fácilmente los Lakers. Sin Jackson, ayer el Pater Magic Johnson, historia viva de la franquicia, anunció nuevos vientos en la plantilla. Toca renovación, ¿pero de quién? Los Lakers, sin espacio salarial, quieren traerse a Superman Dwight Howard. Nadie esta seguro. Bueno si, solo Kobe.
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