Lo que parece algo coherente, lógico y justo sigue siendo caballo de batalla de los partidos de la oposición en el municipio. Por enésima vez, el candidato de Izquierda Unida, Gabriel Martínez, volvió a cargar contra el Partido Popular por subir las inversiones en lo que él llama La Moraleja. El retrógrado Martínez no se quiere enterar que en La Moraleja viven apenas 2.000 personas de un Distrito de 25.000, una cuarta parte del censo total de habitantes de la ciudad. Al señor Martínez hay que recordarle que la ley de Régimen Local expone que todos los ciudadanos al pagar sus tributos tienen derecho a los mismos derechos y obligaciones. Como tal, las administraciones tienen que garantizar el cumplimiento por igual de los servicios públicos obligatorios que tiene que asegurar la corporación. Estos servicios se identifican con las personas y no con su residencia o tipo de nivel adquisitivo, etc. Durante dos largas décadas los partidos de izquierda se han dedicado a estar en misa y repicando. Me explico: han estado cantando en el pueblo lo que no hacían en el antaño barrio Siete. Hasta hace pocas fechas este método les ha dado un gran resultado, consiguiendo ganar un puñado de elecciones. El problema es que ahora en las Urbanizaciones somos una cuarta parte de los ciudadanos municipales y tenemos, gracias al de arriba la sartén por el mango con nuestras decisiones. Y si, la gran mayoría de los inquilinos votan al Partido Popular y si no surge una hecatombe volverán a votar igual en las próximas elecciones. Para encontrar las razones sólo hay que escucharle a usted, Señor Martínez. De todas formas, desde aquí le lanzo una invitación para que recorra, hágalo solo, se lo aconsejo, las vías y calles de las urbanizaciones para ver todo lo que ustedes en el Gobierno han hecho en 20 años. ¿Cuánto de todo lo contribuido por los vecinos de Urbanizaciones se ha devuelto para servicios o infraestructuras de las urbes en las dos largas décadas de los gobiernos en los que usted participaba? El resultado mejor no mentarlo pero es evidente: casi Nada.
Como diría el señor Trillo: manda huevos.
Si (
No(
