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Una buena tarotista es un regalo para una persona desesperanzada

miércoles 04 de junio de 2014, 13:55h

Alejandra es una tarotista y lectora de manos. En la actualidad, tiene un consultorio en Arroyo de la Vega y quien se ha puesto en sus manos, nos asegura, no duda en repetir. La crisis económica es una realidad que se está acomodando sin escrúpulos en la vida diaria de los ciudadanos. Los problemas se amontonan y las soluciones, en muchos casos, no están al alcance de la gente. Para muchas personas, el mundo esotérico es un refugio donde se encuentran respuestas a los problemas afectivos y económicos.

Alejandra es una vidente cubana, que practica la lectura de manos y el tarot. Además, ha sido durante más de 30 años empresaria, dirigiendo una tienda de zapatos y liderando la publicación de una revista en la zona norte de Madrid. Hace pocos meses probó las mieles de la televisión con su programa, pero dice que "es más del cara a cara y del trato personalizado".

- Después de tantos años como tarotista, ¿cómo entiende usted la videncia?
- La videncia es un don que recibes al nacer. Generalmente, es genético. Yo tuve la suerte de heredarlo de mi abuela materna, que era un vidente increíble. Cosa que te decía, cosa que se daba.

- ¿Cómo explica su videncia?
- Tengo "flashes", ráfagas de videncia. De repente, veo cosas inesperadas de mi cliente. Es como si estuviera viendo una película de la persona que tengo en frente de mí. En el momento en que una persona entra en mi consultorio, es lo más importante: la persona y sus problemas.

- ¿Qué consigue con la lectura de manos y las cartas del tarot?
- Orientar a las personas con sus problemas. Las cartas te dicen claramente cómo le van a ir las cosas y por dónde debe tirar. Después, está el libre albedrío de la persona.

- ¿Cómo es Alejandra como vidente?
- Tengo bastante paciencia, estoy mucho tiempo con cada persona. A todas las personas las trato igual. Toda la gente que se ha ido de mi consultorio se ha marchado demostrándome un agradecimiento y un afecto increíble. Eso es lo más grato.

- ¿Cree que hay mucho impostor en este mundillo?
- Yo no los llamaría impostores, sino gente que no tienen otra forma de vivir. Pero es cierto que han hecho mucho daño, creando ilusiones falsas a muchas personas.

- ¿Con qué ánimo sale la gente de sus consultas?
Todos mis clientes salen contentísimas, porque aunque vean aspectos negativos, siempre dejo un halo de esperanza e ilusión en lo que les digo. Pero sobre todo, ellas saben que tienen en mí a una amiga.

- En los momentos de crisis, ¿hay mucha gente que se refugia en el tarot?
En estas circunstancias, la gente está más pérdida porque lo ve todo negro. El miedo y la angustia es lo que te lleva a buscar algo positivo en la vida. Sin duda, una buena tarotista es un regalo para una persona desesperanzada o en crisis.

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