En el ayuntamiento de Alcobendas entendemos que el dinero donde mejor está es en el bolsillo de los ciudadanos. No tener que preocuparse por las necesidades básicas resulta un valor indispensable para el desarrollo de cada individuo. Y más aún en estos tiempos donde la incertidumbre está instalada en el devenir cotidiano.
Por este motivo hemos aprobado el pasado pleno del mes de septiembre, congelar las tasas municipales, así como los impuestos y precios públicos. Por citar un ejemplo, el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) lleva congelado desde el año 2020.
Somos uno de los municipios con la presión fiscal más baja de toda la península. Porque bajar la presión fiscal anima a invertir, y genera puestos de trabajo, y si aumentan estos, en consecuencia la empresa sube los salarios. Todo se traduce en un incremento de riqueza en la población, un mayor movimiento de capital y una mayor garantía de éxito en las inversiones.
Cuando la rueda se mueve, se benefician los ciudadanos, no sólo en su poder adquisitivo, sino también en su estabilidad laboral. Nuestra tasa de desempleo del 6,50%, es la mejor existente en el municipio en los últimos 15 años, y se encuentra muy por debajo del índice medio de la CAM 11,3% y de España que según la última encuesta de población activa alcanza el 12,48%.
Cuando una ciudad aglutina suficiente capital y tiene unos valores fiscales en los que las compañías se ven reforzadas, hemos destinado 3 millones de euros en ayudas a empresas, la administración recauda más y las arcas públicas están saneadas sin la necesidad de presionar a sus vecinos, autónomos y PYMES.
En Alcobendas tenemos quince empresas que facturan más de mil millones anuales, más de quinientas multinacionales, y tres de ellas en el IBEX35. Vivimos unos momentos de cambio tecnológico, economía globalizada y progresiva especialización, por ello llevamos toda la legislatura firmando diferentes convenios con universidades, colegios, y empresas. Porque las mejores iniciativas necesitan del apoyo de las mejores infraestructuras, y advertimos un futuro en el que la colaboración entre lo público y lo privado se va a convertir en indisoluble dentro del marco de la actual sociedad.
En definitiva, somos una administración donde el dinero público se invierte en el ciudadano, donde las empresas colaboran con iniciativas horizontales, y donde cualquier tipo de persona desearía residir, porque estamos muy comprometida con trabajar por un futuro próspero y eficiente.