Con expresiones estéticas y musicales de cultura urbana, la Polonia que aparece en la obra es un mundo opresivo, cerrado, claustrofóbico al que vemos un paralelismo en determinados ámbitos contemporáneos urbanos, con sus propias leyes internas, donde la violencia se expresa en reglas de poder estrictas.
Los ocho intérpretes, siete actores y un músico que están permanentemente en escena, van a crear ese mundo casi penitenciario, donde la pertenencia o no al grupo marca la posibilidad misma de la existencia.
La adaptación de la obra clásica de Calderón de la Barca la realiza la de la compañía aragonesa Teatro del Temple y está dirigida por Carlos Martín
Programada a las 20 horas, las entradas pueden adquirirse en los canales habituales de venta.