La nueva alternativa tendría un coste de 288 millones de euros y su itinerario sería de 23 kilómetros de trazado nuevo a través de dos actuaciones, por un lado, la construcción de una vía paralela en el tramo más próximo a la ciudad y, por otro, el desdoblamiento de nuevos carriles y vías de servicio unidireccionales entre el kilómetro 26 de la actual autovía y El Molar.
La M-15 se dividiría en tres tramos: el primero, de 9,5 kilómetros, hasta la altura del circuito del Jarama; el segundo, hasta San Agustín de Guadalix, que prevé la ampliación de un tercer carril por calzada y de la vía de servicio; y el tercero, hasta El Molar, con la ampliación de la calzada central con un tercer carril y unas vías de servicio de dos carriles por sentido.
En un principio, la licitación de los trabajos se llevará a cabo en 2018.
Mejorar una vía colapsada
Con esta variante se prevé mejorar las retenciones en la entrada y salida de Madrid, en el llamado Nudo Norte, y mejorar la circulación de vehículos en la A-1, por la que circulan a diario 140.000 coches, y más al norte, en El Molar, la intensidad del tráfico alcanza los 40.000 automóviles.
Además, la Plataforma por la #Movilidad en el #Norte pide el cierre de la M-50