La inspección, segçun informa el consistorio, se fundamentará sobre tres factores básicos: la probabilidad de un fallo en el estado estructural, la relación entre el tamaño y la altura y la especie de que se trate. Este estudio es el tercero de este porte que se realiza en el municipio, El primero se llevó a cabo en el segundo semestre de 2014 sobre los 8.000 ejemplares más antiguos de la ciudad y el último fue a finales de 2016. Tras esta última evaluación, la empresa consultora especializada informó al Ayuntamiento de la necesidad de talar 56 árboles por razones estrictamente de seguridad, debido al riesgo de fractura en sus ramas o en parte del tronco. Estas actuaciones se realizaron en el Arroyo de la Vega, en el Parque Víctimas del Terrorismo y en el Parque de Andalucía. En este sentido, el consistorio matiza en su comunicado que tras la necesaria tala, se procedió a la reposición de acuerdo con las necesidades de las zonas verdes y del arbolado de alineación, plantándose unos 300 árboles durante los primeros meses de 2017.