Al pitar Fernández Borbalán el final del partidazo del Camp Nou, el madridismo respiraba satisfecho pese a la derrota por la magnífica imagen futbolística ofrecida por el equipo de Mourinho en los 180 minutos de la Supercopa. Pero las buenas caras se tornaron en rictus de preocupación, primero, y enfado, después, cuando a través de los iphone fueron llegando las imágenes de la triste tángana generada tras la entrada descomunal de Marcelo a Cesc.
Perplejos. La imagen de Mourinho metiendo el dedo a Tito Vilanova en el ojo dejó helados a varios integrantes de la cúpula desplazada hasta la Ciudad Condal. "Él es el primero que sabe que esa imagen no es buena ni para él ni para el club". Lo que se descartó desde la primera hora de ayer es, como se había sugerido, que el portugués utilizase los medios oficiales del club para disculparse por su reprochable actitud.
En la planta noble del Bernabéu recabaron por parte de sus empleados toda la información sobre lo sucedido. AS tuvo acceso a los diferentes hechos que, en opinión del club, explican lo acontecido sin que ello conlleve justificar lo que hizo Mourinho. "Lo que no puede ser tampoco es que Tito Vilanova se pasase todo el partido dirigiéndose a nosotros, con gestos desafiantes e insultándonos". Mourinho no olvida una entrevista de Vilanova en La Vanguardia (17-11-2010), en la que el ayudante de Guardiola le daba duro y sin contemplaciones: "Mourinho nunca habla de fútbol y eso no nos gusta. Si un técnico quiere ser protagonista es porque no ha vivido lo que se siente como jugador. De los equipos de Mourinho no puedes esperar que sean estéticamente bonitos o jueguen muy bien...". En ese pliego de descargos que deslizó la entidad madridista para aclarar que "no somos los únicos malos de la película", afirmaron que Guardiola, durante el desarrollo de la bronca final "nos dijo hasta tres veces que somos una banda y después afirmó ante los periodistas, sin inmutarse, que intenta comportarse lo mejor posible...".
Otro punto conflictivo que denuncia el Madrid se refiere a Messi y su actitud con Mourinho. Según varios testigos presentes en el banquillo del equipo blanco "Messi se dirigió varias veces al míster con la mirada y sus ademanes". "Al marcar el 3-2, se acercó a Mourinho con un gesto con las manos que significa: habla ahora, habla ahora...". Minutos antes de la bronca final, también se acercó a la línea de banda y a medio metro de él escupió al suelo (mirar fotografía de arriba).
