Cinco soldados de la OTAN y cuatro del Ejército afgano han muerto en Afganistán tras un ataque suicida al este del país, según ha informado la ISAF en un comunicado. Es el mayor número de muertos de las fuerzas internacionales en un único ataque desde hace varios meses y se ha producido en la base de Gamberi, cerca de Yalalabad, donde hay alrededor de un centenar de militares de la ISAF. En el comunicado no se dan más detalles acerca de la localización, la naturaleza del ataque ni de la nacionalidad de los fallecidos. Tan sólo se ha precisado que "los miembros de las fuerzas internacionales y del Ejército afgano estaban reunidos" en el momento del ataque. En cambio, un portavoz del Ministerio de Defensa afgano, Mohamed Noman Atifi, ha asegurado que se ha tratado de un ataque suicida llevado a cabo por una persona vestida con uniforme del ejército afgano. Además de los cinco soldados extranjeros, en el ataque, según este portavoz, habrían muerto también cuatro soldados locales y habría otros ocho heridos.
El ataque ya ha sido reivindicado por fuerzas talibán. "Un suicida ha detonado sus explosivos en una base militar del distrito de Qarghai matando a doce miembros de las fuerzas extranjeras y a 14 de las fuerzas afganas", según el portavoz insurgente Zabihullah Mujahid, que ha elevado el número de víctimas. De acuerdo con su versión, el atacante, identificado como Abdul Gahani, habría estado trabajando en esa base durante el último año, e hizo estallar la carga que portaba durante una reunión entre las tropas afganas e internacionales, punto en que coincide con la información de la ISAF. Hace sólo 24 horas, el jefe de la Policía en la conflictiva provincia meridional afgana de Kandahar, Khan Muhamad Mujahid, y otros dos miembros de este cuerpo de las fuerzas de seguridad perdieron la vida en otro atentado suicida. Las acciones de terroristas suicidas, junto a las bombas camineras, son las tácticas más habituales de la insurgencia para hostigar a las fuerzas de seguridad en Afganistán
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