El Ayuntamiento ha recordado a la ciudadanía que está prohibido alimentar a las colonias felinas en el municipio. Esta medida es parte de un esfuerzo por mantener el control y cuidado adecuado de estos animales, tarea que recae en el Servicio Municipal de Salud, el cual se encarga de su alimentación y atención de manera controlada y supervisada.
La gestión de las colonias felinas se lleva a cabo en colaboración con voluntarios autorizados, quienes son responsables del bienestar de los gatos. Sin embargo, el Ayuntamiento ha recibido numerosas quejas de vecinos que observan cómo algunas personas, aunque con buenas intenciones, alimentan a estos animales sin la debida autorización.
Consecuencias
Estas acciones no solo contravienen las normativas establecidas, sino que también generan problemas significativos para la salud pública y la limpieza urbana. La alimentación descontrolada contribuye a la proliferación de plagas como ratas, cucarachas y moscas, lo que deteriora las condiciones sanitarias del entorno. La prohibición no responde a una falta de empatía hacia los animales, sino que busca mejorar las condiciones de vida de las colonias felinas y facilitar una convivencia armónica entre los ciudadanos y los gatos. Esta normativa está estipulada en la Ordenanza Reguladora de la Tenencia y Protección Animal, aprobada por el Ayuntamiento Pleno en 2011.
Dicha ordenanza también prohíbe alimentar a otros animales, como palomas o perros, estableciendo sanciones severas para quienes incumplan estas disposiciones. Las infracciones pueden ser clasificadas como graves, con multas que oscilan entre los 750,01 y 1.500,00 euros.