Javier Sanz

Salgo a tomar el sol en la urbanización de mi casa y me alarmo de la gran cantidad de peligros que acechan a los usuarios de las piscinas. Especialmente vulnerables son los más pequeños. Solo hay que mirar a tu alrededor para ver un joven socorrista trabajando mientras unos padres aprovechan la piscina incomunicados por la música de sus auricularess, leyendo o atendiendo el último Twitter o Whapps. En este totum revolotum también están nuestros pequeños con manguitos teóricamente vigilados por cuidadoras que rara vez saben nadar....