Todo empezó durante el confinamiento, cuanto la gente de bien estábamos encerrados en casa por culpa de la pandemia. En estas circunstancias, los ladrones viendo que los coches estaban paralizados en garajes públicos y comunitarios hubo una subida en cuanto a robos de coches (135.000 sustracciones en 2019) y otro tanto en piezas de vehículos. Y curiosamente de volantes de la marca BMW. Una práctica que parece ser muy rentable, dado que siguen “desapareciendo” volantes cada dos por tres. Como ejemplo, la noche del martes al miercoles de esta semana, "volarón" tres volantes BMW en un parking privado de la Calle del Encanto en Fuentelucha, en la zona norte de Alcobendas.
La práctica de robar piezas ya viene de lejos. Hace tiempo eran los catalizadores (para extraer los metales preciosos que contienen) y concretamente los del Toyota Rav4, el más rentable a la hora de venderlo en el “mercado del hampar”. Pero parece ser que ahora ha dado un giro hacia otros componentes como pomos de palancas de cambio, llantas o como los ya mencionados volantes, en su mayoría de vehículos de alta gama. Robos en muchos casos que son por encargo, pero en otras ocasiones para venderlos en conocidas webs de compra-venta
Para evitar este tipo de robos, la policía recomienda que lo más efectivo son los métodos antirrobo tradicionales, como una barra antirrobo en el volante.
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