Son los dos temas que servido para rechazar el Mobile World Congress de Barcelona. La asociación de operadores que organiza el evento, decidió este miércoles cancelar la feria tecnológica más importante del mundo, que debía celebrarse entre el 24 y el 27 de febrero. Las deserciones de grandes empresas como AT&T, Vodafone, Deutsche Telekom, Intel o Facebook pudieron más que la presión de las autoridades nacionales y catalanas que insistían en que no había riesgo sanitario alguno.
El coste de la cancelación es millonario para las empresas que habían comenzado a trabajar en sus espacios de exposición y un ahorro considerable para las compañías que no han estimado su presencia.
Estas últimas, han considerado varios factores para no asistir. Uno de ellos, el que más difusión ha tenido, es el temor al “coronavirus”. Sin embargo, de nada ha servido que las autoridades políticas hayan insistido en que no hay ningún riesgo sanitario. No han podido asegurar que este escenario de cobertura internacional sirviera de plataforma y foco conflictivo de los independentistas.
En estas circunstancia ha jugado un papel la Feria de imagen y sonido, Integrated Systems Europe, que se esta celebrando del 11 al 14 de febrero en Amsterdam, donde las firmas ausentes están presentes. Otras ferias como el Salón de Ginebra del Automóvil, con presencia masiva de firmas orientales, la Semana de Moda de Paris o la Feria ARCO en Madrid, mantienen su celebración.
Los políticos insisten en que no hay motivos de alarma, entre estos los ministros de sanidad, Salvador Illa, alegando que no hay ninguna razón de salud pública. Lo mismo que Teresa Rivera, la vicepresidenta del Gobierno. No entran en el fondo de la cuestión, como es el alto coste de la presencia de las empresas con un extra en el apartado de seguridad.
El cinismo de los políticos catalanes no entra en la cuestión fundamental como es la seguridad. Dicen que es una “epidemia mediática y de miedo, motivada por intereses económicos, competenciales y políticos contra el Mobile catalán”, manifiesta Joan Guix.
Sea lo que fuere, las malas relaciones entre la organización del Mobile World Congress con el Ayuntamiento de Barcelona y Generalidad de Cataluña, han hecho que vuelvan a surgir rumores de un posible traslado de la sede de dicha convención. La Comunidad de Madrid no se ha quedado al margen de este debate y ha hecho saber, por boca de su presidenta Isabel Díaz Ayuso, que se lanzaría a por el MWC en el caso de que dicho congreso optase por cambiar su ubicación.
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