...Por lo tanto, los que habitamos en el llamado Barrio Urbanizaciones -un nombre que nunca me ha gustado y que se sacaron de la manga los que mandaban en el Ayuntamiento- tenemos que estar contentos, a excepción de ese millar y poquito que han seguido votando a los de izquierda. Allá ellos. Y digo esto porque ahora, al menos es lo que esperamos, los de La Moraleja, El Soto y El Encinar, dicen que vamos a pasar de la nada a la abundancia. Es justo por lo que pagamos. Nuestros vecinos los del lado derecho de la N-1 en dirección a Burgos, que durante años hemos tributado puntualmente - incluso el doble por el mismo servicio- sin recibir nada a cambio, tenemos la esperanza de que atiendan nuestras necesidades. Es decir, que los costes de mantenimiento, como son nuestras vías, alumbrado y un largo etcétera corran a cargo de las arcas municipales.
Es verdad que en los últimos años, y gracias a la presión que hemos ejercido en ‘La Tribuna de La Moraleja’, hemos visto buena voluntad. Incluso se han mejorado las aceras del Paseo de Alcobendas, rotondas, más servicios de seguridad con lectores de matrículas y cámaras de televisión. Hasta han encargado a un empresa un estudio para mejorar el caótico tráfico puntual en la zona escolar. Por cierto un estudio que, con la incorporación de los semáforos, más que mejorar ha empeorado la situación.
Vamos a suponer que nuestro vecino, el nuevo Alcalde, que vive a diario nuestros problemas, dé solución a buena parte de ellos. El máximo apoyo para conseguir su objetivo lo ha tenido en nuestro barrio. Es el momento de devolver la confianza que hemos depositado en este su primer mandato municipal.
Alcobendas ha prosperado mucho con el dinero de sus contribuyentes, especialmente los del Barrio Urbanizaciones. La ciudad es un ejemplo para todos. Sin embargo, un barrio como el nuestro, a excepción, insisto, de los últimos años, ha estado abandonado de la mano de Caballero. Ha llegado el momento de cumplir lo que se merece un barrio como el nuestro. Con ello no queremos decir que disminuyan los servicios de nuestros otros vecinos, los del casco urbano, más bien todo lo contrario.
Durante años los habitantes del Barrio Urbanizaciones hemos sido ultrajados, “robados” en el mejor sentido de la palabra por la saciedad recaudatoria del equipo de José Caballero. Sólo han tomado nota desde que este periódico, mejor o peor hecho, ha denunciado los desmanes y tropelías que hacía el Ayuntamiento. Vieron a La Moraleja y su entorno como objetivo recaudatorio. Nada más.
Afortunadamente, el tiempo y la razón fueron cambiando estas directrices. Nuestro vecino, que al igual que los demás ha sufrido esta injusticia, suponemos, tratará de mejorar una situación que hemos soportado y sufrido todos los que vivimos a la derecha de la N-1 dirección Burgos.