Parece ser, según declaraciones de los propios vecinos de La Veredilla, que toda la culpa la tiene la Embajada de Arabia Saudí, que está emplazada en esta calle, y habitualmente congregaba muchas visitas, llenando las aceras colindantes del edificio de vehículos de todo tipo, turismos, furgonetas y comerciales, que sólo entorpecían continuamente el paso del tráfico en buenas condiciones.
Desde La Tribuna no sabemos todas las causas de este repentino cambio pero algo de lo que comentan los residentes tiene que tener algo de verdad.
Deberían acometer estas remodelaciones en lugares idóneos que tengan más índice de tráfico y circulación para que sean útiles y efectivos este tipo de propuestas.