El vecino del distrito Urbanizaciones y profesor del club de golf La Moraleja se ha clasificado para disputar la última prueba que da acceso a la próxima edición del British Open. El torneo se disputa el martes 30 de junio en cuatro sedes diferentes habilitadas para tal fin. A Javier San Félix le ha tocado jugar en el complicado campo de Woburn, dentro del The Marquee Course. Desde La Tribuna le deseamos toda la suerte del mundo a nuestro vecino e ilustre deportista.
A Continuación reproducimos una entrevista que le han hecho al jugador en la página web de la Federación Madrileña de Golf:
Javier San Félix y el pacto con aquel niño de 14 años
Corría el año 1990 cuando un par de madrileños, padre e hijo, se plantaron en St Andrews para ver el Open Championship. Bueno, matizamos, más bien se embarcaron en la aventura de cruzar el Canal de la Mancha para ver a su ídolo: Severiano Ballesteros. Aquel chico tenía quince años y el golf corría por sus venas a borbotones. Su padre le inoculó la pasión con apenas seis años y Seve se encargó de alimentarla con cada una de sus hazañas.
Aquel niño se llama Javier San Félix, hoy es un profesional que ejerce la enseñanza en La Moraleja y compite cada vez que puede. Hace tiempo que dejó de presentarse a la Escuela del European Tour, pero hay una cita ineludible a la que no falla cada verano. Se trata de las previas del British Open. Este año, como cada junio, armó el petate y se marchó con su amigo Sergio al recorrido de Wildernesse. Hizo una vuelta de 72 golpes el lunes y se clasificó para la gran final de la previa, último obstáculo que resta antes del Open. Un obstáculo, claro, que es más o menos como el Everest.
“Mi sueño es jugar el Open Championship. Lo tengo marcado en mi cabeza desde que acudí a St Andrews en 1990 con mi padre para ver a Seve. Yo juego al golf por Seve, como tantos otros españoles, y jugar el Open en julio en St Andrews sería un sueño. El British es el torneo más importante del mundo y me encanta la manera de vivir el golf en Gran Bretaña y su cultura. Sé que es muy difícil, pero quién sabe, yo voy a ir a por todas. Hay opciones y no hay nada imposible”, asegura San Félix en declaraciones a la Federación de Golf de Madrid minutos después de aterrizar en Barajas.
San Félix superó la primera criba en Wildernesse tras una durísima ronda a 18 hoyos donde superó todas las dificultades habidas y por haber. “Cuando nos dijeron que se repartían ocho plazas fue un palo, ya que normalmente se daban doce o trece. Además, a mí tocó el turno de la mañana, que fue el peor, todo el tiempo lloviendo. Cuando acabé no estaba claro lo que iba a pasar, así que me tocaba esperar. Finalmente, casi seis horas después, tras patear un poco, comer, pasar por el hotel y volver al campo para calentar, tuve que salir a jugar un desempate. Éramos siete jugadores por cuatro plazas. Al final, entre los que se fueron clasificando y los que se fueron eliminando nos quedamos mano a mano dos jugadores por un plaza. En el tercer hoyo metí un putt de un metro para seguir vivo y en el cuarto hoyo hice par y el otro jugador cometió bogey y me clasifiqué”, señala. Una batalla de 22 hoyos con final feliz.
La alegría por jugar bien, superar una dura batalla y seguir adelante en este proceso de previa para el Open es gigante. Sin embargo, hay otra cosa que dejó a San Félix con la boca abierta cuando llegó al primer hoyo a disputar el desempate. “Habían pasado muchas horas y nos encontramos con unas 150 ó 200 personas siguiendo el playoff. Fue alucinante”, afirma.
En el apartado logístico, cabe destacar que la inscripción para la previa del Open Championship cuesta 175 euros. “No es muy cara y ahora por Internet te puedes montar un viaje no muy caro, con avión, hotelito cerca del campo y coche de alquiler. Yo siempre jugaba esta previa en el London Golf Club, pero este año cambiaron algunas sedes y, aunque no lo conocíamos, elegimos Wildernesse entre Sergio y yo porque es un campo estrecho y no muy largo y yo soy bastante recto”. Sin duda, bingo en la elección.
La final se disputará el próximo 30 de junio. Son cuatro sedes y en cada una de ellas se reparten tres plazas. Duro, muy duro. “A mí me ha tocado jugar en Woburn, en el The Marquee Course, un campo relativamente nuevo, del año 2000, un campazo. Yo he jugado allí en el The Duke, pero este otro no lo conozco. Veremos, será muy difícil. El nivel de la previa es altísimo. He visto algunos nombres y están Colin Montgomerie, Retief Goosen o Thorbjorn Olesen, entre otros”, apunta.
Si se lo cruzan esta semana por la Moraleja, donde da clases desde el año 2003, no duden en felicitarlo por lo que ha conseguido y transmitirle todas las energías para la final del martes. Él y aquel niño de 14 años se lo agradecerán.
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