"Eran muchos y pario la abuela”, dice el refranero español. Quién lo diría. Son las consecuencias del dinero y la prepotencia por tenerlo. Rodrigo Rato ha caído en su propia trampa. Lo peor son las consecuencias que tendrá que afrontar el Partido Popular en las próximas elecciones.
Rato era un pilar en el PP. Un soporte que las circunstancias esta fragmentándose a pasos agigantados. Bankia y ahora el fraude a la Hacienda Publica. Un valedor del Partido Popular con un escándalo que salta en el peor momento.
¿Tiene Rajoy la varita mágica para frenar tanto escándalo? De nada sirve que la economía vaya por el camino adecuado, cuando se producen un bombazo en plena linea de flotación. Un hecho que deja en tercera fila informativa -por no decir la cuarta o última- la ligera recuperación económica.
Dicen que puede afectar y mucho los resultados de las elecciones municipales. No lo creo. Afortunadamente, en los ayuntamientos se vota a la persona, pero sobre todo la gestión. El otro día, hablando con el representante de Ciudadanos en Alcobendas, comentaba que en esta ciudad poco podía hacerse que no se hubiera hecho ya. Me decía que se podía hacer más. Cuando le pregunté ¿cómo?. Salía con respuestas poco coherentes.
Sin embargo, en el aspecto general de nuestro país, la situación es diferente. La gente esta desanimada. Se cree lo que le digan. Y los políticos de nuevo cuño tienen el discurso que quieren escuchar los oyentes que lo están pasando mal. Antes con Barcenas y ahora con Rato. Un caldo de cultivo que lo van aprovechar hasta la saciedad. Y como digo la principio: “Somos muchos y, encima, pare la abuela” ¡Que paìs!