Desde el 22 de enero y durante varios meses, un compendio de 31 imágenes del fotógrafo Virxilio Vieitez están expuestas en el Bulevar Salvador Allende de Alcobendas. La muestra estará en funcionamiento varios meses y en la inauguración de la misma han estado presentes el Alcalde de Alcobendas, Ignacio García de Vinuesa, el concejal de Cultura, Luis Miguel Torres y la hija del autor, Keta Vieitez
En la obra de Virxilio destaca de manera primordial la figura humana sin adornos, sin modificaciones, la sencillez, una modestia y disciplina que limita con lo anónimo, imágenes que nos cuentan de una forma singular la historia de lo rural, la historia de su Galicia natal. La temática varía desde representaciones de Mujeres posando a la puerta de su casa con su radio de galena, guardia civiles en bicicleta; una madre y su hijo junto al automóvil recién comprado y, de fondo, el tradicional hórreo o un grupo de señoritas arregladas y preparadas para salir de fiesta
Nacido en el 'concello' pontevedrés de Soutelo de Montes en 1930, con dieciséis años Virxilio Vieitez comenzó a trabajar en la construcción y poco después cambió de paisaje emigrando al Pirineo Catalán, y de trabajo, haciéndose mecánico. Fue aquí donde compra su primera cámara, una Kodak de cajón de formato 6x9 y el oficio lo aprendió con Julio Pallí, al que agradeció en numerosas ocasiones su gran ayuda y paciencia. Los turistas de la Costa Brava fueron sus primeros clientes, pero la tierra tira mucho y pronto volvió a Soutelo donde montó su propio estudio.
En poco tiempo se convirtió en el fotógrafo más solicitado de la comarca para realizar reportajes de ceremonias, bodas, retratos, pleitos, funerales y bautismos, documentando con su cámara los momentos clave en la vida de todas las familias de su entorno. Virxilio no quería reconocimientos y optó por el silencio, en los años ochenta deja el oficio y mete todos sus negativos y contactos en cajas de latón, hasta que su hija Keta, heredera del estudio, desveló el secreto que guardaba y así, a finales de los años noventa su obra fue sacada a la luz, protagonizando la representación de la fotografía gallega en laVIII edición de la Fotobienal de Vigo en 1998. A partir de este momento Virxilio entró a formar parte de la historia de la fotografía española.
