Dimite el Presidente del Club de Golf La Moraleja>

El Presidente dimite después de más seis años al frente de esta exclusiva entidad privada. Lo que no hay duda es que pasará a la historia como el Presidente más polémico de todos los que han presidido Golf La Moraleja. En este sentido, no hay mención alguna a los escándalos que han salpicado su gestión. Pradas se despide en su carta asegurando que “han sido más de seis años de ocupaciones y preocupaciones que no olvidaré”.

Futuro a corto plazo
Siempre que hay una dimisión de este estilo surgen las clásicas preguntas sobre la sucesión y si se debe o no celebrar nuevas elecciones, cosa que Pradas en su comunicado descarta: “La Sociedad queda en las mejores manos. En manos de un Consejo de Administración compuesto por personas honorables, de gran prestigio profesional y, por encima de todo, generosas en el sacrificio de su tiempo que lo entregan altruistamente a la Sociedad. Para ellos me permito pedirle su apoyo y compresión”.>


Opinión
Se marcha, pero…
Los socios que han leído la carta del Sr. Pradas justificando su marcha están sorprendidos. Es una huida medio justificada para no afrontar los problemas que se avecinan. ¿Cómo puede ser tan hipócrita?, se preguntan.

El problema es mucho más grave. El Club, económicamente, está endeudado con entidades financieras, cuando antes de su gestión, sus arcas estaban a rebosar. Además de que las acciones estaban en lo más alto de su historia, todo lo contrario de lo que sucede en la actualidad.

Como decimos, los socios están indignados por la subida en el precio de los servicios, por las indemnizaciones pagadas a los anteriores gestores de la restauración, por la falta de claridad en las cuentas, por el coste que ha supuesto las caprichosas demandas contra los propios socios. En vista de las circunstancias, ha intentado llegar a acuerdos con los socios demandados.

En suma, una marcha que ha llenado de satisfacción a un gran número de accionistas y, sobre todo, los miembros del Consejo de Administración que presentaron su dimisión ante la falta de claridad del Sr. Pradas. Es de suponer que los amigos que el mismo ha puesto a dedo en el actual Consejo sigan el mismo camino y convoquen nuevas elecciones. Lo pedimos por el bien del Club. ¿O ha quedado atado y bien atado?


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Carta completa mandada a los socios

Estimado socio/a: Empiezo esta carta manifestando lo que tengo por costumbre decir al principio de las asambleas de socios, "espero estar, también en esta ocasión, a la altura de la Sociedad que presido".

El motivo de la presente carta es comunicarle que en el día de hoy he presentado, en sede de Consejo de Administración, mi renuncia a la condición de Presidente y Consejero de la Sociedad Golf La Moraleja, S.A.

Los motivos por los cuales me he visto obligado a tomar esta determinación se circunscriben al estricto ámbito personal.

No cabe duda que el accidente que he sufrido recientemente reduce la capacidad de atención al cargo que desempeñaba.

Reconozco, y espero que usted así lo acepte, que no me va a ser posible ahora volcarme, en el cumplimiento de mis obligaciones, con la intensidad que venía haciéndolo hasta la fecha. Me veo obligado a destinar el tiempo necesario a mi recuperación.

En este momento, quiero expresar mi agradecimiento a cuantos socios confiaron en mi capacidad para guiar a esta Sociedad en la dirección que estimábamos apropiada.

Especialmente agradecido estoy hacia los socios que me han acompañado en la laboriosa gestión de administrar la Sociedad durante estos últimos años. No me olvido de ninguno de ellos, tanto los Consejeros actuales como los anteriores me han arropado y me han hecho mantener la ilusión bien alta en el desarrollo de esta difícil responsabilidad. Sin su sacrificio no hubiéramos culminado la obra, emprendida por otros, pero concluida bajo nuestra responsabilidad: la ampliación de nuestras instalaciones y el establecimiento de pautas de orden y rigor en la administración.

Han sido más de seis años de ocupaciones y preocupaciones que no olvidaré. Esta etapa de mi vida me ha marcado imborrablemente y me hace mantener presente la misma máxima que he venido defendiendo, como es que destinar parte del tiempo de cada uno de nosotros al interés general, merece la pena.

Me enorgullezco de haber presidido esta Sociedad. La dimensión humana de quienes la componen, socios y plantilla de personal, es incomparable.

Me despido de usted con la satisfacción del deber cumplido y bajo la creencia de haber dignificado la prestación de servicio a los demás socios, anteponiendo el interés de la Sociedad a cualquier otro.

La Sociedad queda en las mejores manos. En manos de un Consejo de Administración compuesto por personas honorables, de gran prestigio profesional y, por encima de todo, generosas en el sacrificio de su tiempo que lo entregan altruistamente a la Sociedad. Para ellos me permito pedirle su apoyo y compresión.

Muchas gracias querido socio/socia por su atención y por el respeto y consideración que me ha dispensado durante mi mandato como Presidente de esta Sociedad.

Reciba mi más cordial saludo.

Racardo Pradas